Cuando los alemanes los vencieron en su mundial por 7 a 0 en 2014, no recuerdo que hayan celebrado sus conquistas bailando su danza típica. Al contrario, los germanos bajaron un cambio para que el bochorno no fuera de proporciones. Eso se llama respeto.
El mediocampista irlandés Roy Keane, leyenda del Manchester United, hoy panelista de la cadena británica ITV, dijo que “nunca había visto tanto baile”, y no le gustó. “No puedo creer lo que veo”, agregó.
“Sé que tiene que ver con la cultura, pero es irrespetuoso con el rival. Iban 4-0 y lo hacían en cada gol. No me importa en el primero, pero sí el otro. ¿Y luego el técnico participando? No me gusta y no creo que sea nada bueno”, expresó.
Asimismo, las selecciones del Atlántico nos cantaron durante un siglo eso de que "La copa, la copa se mira y no se toca". Esto se acabó cuando se ganaron las Copas América 2015 y 2016, ante el equipo del mejor jugador del mundo. Fin a este cántico.
Los combinados asiáticos son ingenuos y nobles. Nunca van con la pierna en alto, no hacen tiempo y ni siquiera reclaman. Más encima te dejan el estadio limpio. Cuando ellos dominen el fútbol mundial en unos años más, seguramente no se burlarán y reirán de sus rivales, porque impondrán paradigmas de cultura, respeto y educación.
En tanto, Japón estuvo a un tris de eliminar a Croacia, llegando al alargue y a la definición a penales, que fallaron por la impericia de sus ejecutantes y la destacada actuación del portero Livakovic. No obstante, esto no opaco el gran campeonato que hicieron, liderando su grupo y venciendo a Alemania y España en dicha instancia.
Los nipones participaron por primera vez en una Copa del Mundo en Francia en 1998 y, en el siguiente, organizado por ellos a la par de Corea del Sur, pasaron el Grupo H con siete unidades tras el empate 2-2 con Bélgica y las victorias sobre Rusia y Túnez. En la fase eliminatoria, sin embargo, se despidieron ante Turquía por 1-0 y acabaron en la novena posición.
En Sudáfrica 2010, volvieron a superar su zona, esta vez como escolta de Países Bajos y gracias a los triunfos ante Camerún y Dinamarca. Pero su verdugo en la siguiente ronda fue Paraguay, que tras igualar sin goles en los ciento veinte minutos se impuso 5-3 en los penales.
En Rusia 2018, Japón causó nuevamente una buena impresión luego de avanzar con 4 puntos, después de superar a Colombia, empatar con Senegal y caer con Polonia. La diferencia de gol le resultó a favor. En octavos, tuvo la ventaja de 2-0 sobre Bélgica, aunque sufrió la remontada en los últimos veinte minutos de partido.
Más temprano que tarde, los asiáticos dominarán el fútbol mundial y lo harán con nuevos paradigmas, donde se impondrán el respeto, la cultura y la educación.
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