viernes, 13 de marzo de 2015

Chile tiene equipo



Los chilenos somos algo extremistas en el deporte: o somos los mejores cuando ganamos o los peores cuando perdemos. No hay puntos intermedios.
Esto último sucedió en febrero del año pasado, cuando Chile perdió 3-2 como visitante con Barbados por Copa Davis. Se trataba de un mal debut para la dupla técnica conformada por Nicolás Massú y Marcelo Ríos, pero también se trataba de un proceso de reforma del tenis chileno que integraba a noveles y grandes proyectos. 

En la justa ante los norteamericanos, fue Christian Garín quien recibió las mayores críticas por sus derrotas en el segundo partido de singles y en el de dobles. El “Tanque” cayó en individuales ante Darian King por un 2-6, 7-6 (2), 7-5, 6-3. Mientras que en el duelo de parejas, cayó con Jorge Aguilar ante Darian King y Haydn Lewis por 6-4, 3-6, 7-6 (4) y 6-3. 

Pero tal como versa el lema del ex campeón olímpico, en la vida y en el deporte nada es imposible, y en la siguiente ronda en Santiago, Chile no tuvo compasión con el combinado de Paraguay. Un contundente 5 a 0 que no se daba desde 2005, cuando se le ganó por idéntico marcador a Pakistán por el repechaje para ingresar al Grupo Mundial, cuando el equipo era capitaneado por Hans Gildemeister. 

Aquel triunfo abrigaba esperanzas de cara al confronte con Perú en Santiago. Asimismo, el buen momento tenístico de Hans Podlipnik, el ascenso progresivo de Gonzalo Lama y la irrupción de Nicolás Jarry  se convertían en alicientes para seguir avanzando en Copa Davis. Y fue así como Christian Garín (229º) luchó en casi en cinco horas de match, para dejar el primer punto en casa frente a Duilio Beretta (422º) por 4-6, 6-7 (3), 6-1, 7-6 (2) y 10-8. Una victoria épica que dejó patente el aporte y la impronta de Nicolás Massú al borde de la cancha.
 
Nicolás Jarry en tanto, hizo su estreno en el segundo single frente a un Juan Pablo Varillas que en los sets iniciales no fue peligro para el chileno, pero que con el correr del tercer y del cuarto juego se dio maña para complicar al actual 194 del mundo. El incaico finalmente sucumbió ante las embestidas de la revelación del tenis chileno por 6-2, 6-2, 3-6 y 7-6 (3). Cosecha perfecta en el primer día, que se tenía que ratificar en el tercer punto con el binomio conformado por Hans Podlipnik y Gonzalo Lama, quienes enfrentaban a Duilio Beretta y Sergio Galdos. El cuadro visitante no presentó a Duilio Beretta, quien acusó la exigencia del duro encuentro con Christian Garín del día viernes. Es así como el binomio nacional aprovechó un quiebre en el inicio del confronte que le permitiría adjudicarse la primera manga por 6-4.

En el segundo set, los peruanos levantaron su nivel y se impusieron por un 6-3. En el tercer parcial, las acciones fueron parejas pero la solidez de la dupla nacional permitió llevarse el set por 6-4. Los del Rímac nunca se dieron por vencidos y en el quinto set sorprendieron de entrada con un quiebre; sin embargo, el acople de la dupla Podlipnik-Lama quedó de manifiesto con el 7-5 final y el punto, set, match y serie para Chile. La última jornada fue completamente una fiesta para la parcialidad que llegó hasta el Estadio Palestino y que se deleitó con los cañonazos de Jarry y con el elegante juego de Podlipnik. Un 5-0 histórico que marca algunos hito como el debut de Nicolás Jarry en esta competencia. Destacable también fue el gesto de Hans Podlipnik, quien luego de sus triunfazos se fue directo a tomar una selfie con los integrantes de la Escuela Futuros para el Tenis de Lo Espejo.

El próximo rival de la escuadra chilena será el conjunto mexicano, que viene de derrotar como local a Bolivia por 3 a 1 (el cuarto punto no se jugó). Los partidos se disputarán entre el 17 y el 19 de julio en cancha y ciudad por confirmar. Los norteamericanos traerían a Daniel Garza, 487°,  Tigre Hank, actualmente en el 548°, y Luis Patiño (750°). También han jugado en las últimas confrontaciones Santiago González (1.183°), Miguel Ángel Reyes Varela (697°), Lucas Gómez (781°), Miguel Gallardo Vallés (940°) y César Ramírez (698°).  En el papel pareciera una serie accesible, y aunque no fuese así, Chile al parecer ya tiene equipo.





viernes, 6 de marzo de 2015

El dolor de Martín




La obtención de un campeonato es el éxtasis, la gloria y el momento consagratorio para un equipo y también para su estratego. Sin embargo, a partir del título del Apertura conseguido con la Universidad de Chile en 2014, esto no ha sido así para Martín Lasarte.
Al oriundo de Montevideo le ha llovido un poco sobre mojado en estos últimos noventa días. Los reveses se sucedieron desde antes de Navidad, cuando en una práctica el D.T. pateó un balón y se desgarró la pierna derecha. Asimismo, siguieron lo infortunios en sus vacaciones con una luxación en el hombro derecho tras saltar una pandereta. En el aeropuerto y con un cabestrillo a cuestas, Don Machete respondió al impasse con un breve: “accidente casero”.
En la primera semana de enero y con el torneo en curso, el coach decidió someterse a la cirugía de su hernia discal que tenía localizada en la zona lumbar. En el postoperatorio las cosas no fueron mejores para el charrúa, ya que los terribles malestares no le permitían asistir a las prácticas de la semana y a los partidos del torneo local. La primera derrota en Copa Libertadores de América, ante Emelec en el Nacional, caló hondo en la hinchada y también en el presidente de Azul Azul, Carlos Heller, quien responsabilizó al entrenador de no estar con la cabeza completamente ciento por ciento en los desafíos de la “U”. En sus descargos, el mandamás ni se acordaría de lo bajos rendimientos individuales de la plantilla.
A esto se le sumaban las cinco derrotas -en línea- como locales que arrastraban los universitarios, hasta el triunfo del jueves frente a los bolivianos de The Strongest, una victoria que descomprime en algo el camarín azul, pero que no soluciona la crisis, y tal como dijo Lasarte, por ahora no cambia nada.
El contrato del ex defensa de Nacional de Uruguay expira en el mes de mayo y su afección lumbar pareciera no darle tregua. Ya se habla de posibles sustitutos, como Eduardo Berizzo o Pablo Guede.
Más allá de los resultados y entendiendo la importancia de esto en el sistema neoliberal del balompié, la dirigencia de Azul Azul debería darle un tiempo de recuperación a Martín Lasarte. No hay que olvidarse de que el técnico le dio la estrella diecisiete a la institución, que es un aporte para el medio y que es poseedor de un fondo futbolístico nada despreciable.
La noche en que Machete respiró, será recordada por una frase digna de un libro de historia: “Ganar te vuelve valiente, ganar te da confianza. En el segundo tiempo, tras los goles, fuimos un equipo diferente. Ojalá (la victoria) fuera ese revulsivo que todos queremos que sea”. Es la palabra de Martín, es el grito de Martín.