viernes, 25 de agosto de 2017

A romper el hechizo



El superclásico del fútbol chileno es la madre de todas las “pichangas”, el partido más esperado del año, el frente a frente de blancos y azules, donde los deseos de ganar el pleito superan a todas las estadísticas.
Me acuerdo que la primera vez que fui a ver este partido, fue cuando se implementó el tiro libre sin barrera en los noventa. Una época romántica, donde los partidos se jugaban al atardecer y sin operativo policial. También estuve el 28 de abril de 2007 en el Estadio Nacional, para ver desde la tribuna Andes el pálido 0 a 0 que tuvo como ingrediente las aniñadas incluidas de Arturo Vidal y Mauricio Pinilla.
Otros memorables episodios de este duelo se escribieron el 12 de julio de 1992, cuando Gino Cofré batió dos veces a Daniel Morón y cuando Sergio Vargas le tapó el lanzamiento penal y posterior rabona a Claudio Borghi.
El 10 de enero 1993, por la liguilla, Hugo Rubio conectó un centro preciso de Lizardo Garrido y dejó sin Copa Libertadores a los universitarios.
La irrupción del “Matador” fue precisamente ante Colo- Colo por Copa Chile en 1994, donde anotó tres tantos y se le bautizó con el famoso tema de Los Fabulosos Cadillacs.
Recordada es también la tarde soleada del segundo domingo del mes de mayo de 1995, cuando de la mano de Marcelo Espina los albos propinaron un rotundo 3-0 en el Estadio Monumental. O también cuando el propio Espina, para semifinales del Apertura 1996, le marcó de tiro libre al portero Aníbal Pinto y celebró con el banderín.
Protagonista de clásicos también fue el mendocino Diego Rivarola, acostumbrado a convertirle a Colo-Colo. El 30 de abril de 2011, “Gokú” les marcó a los albos a los ’89 y le daba un triunfo épico a los azules en el inicio de la exitosa era de Jorge Sampaoli. El último triunfo de la “U” en el Estadio Monumental, fue el 9 de septiembre de 2001 y esa victoria también se recuerda por la encaramada celebración de Rivarola con la mítica polera de la serie animada japonesa Dragon Ball.
A su vez, Francisco Huaiquipán tuvo su minuto de fama al convertirse en “figura” en un partido de estas características el 11 de mayo de 2002.
Otro hito imborrable es la dramática final del Apertura 2006, con penales incluidos, y la leyenda de un Claudio Bravo que se comenzaba a escribir.
El caso de Esteban Paredes es notable, porque nadie le ha anotado más goles a Johnny Herrera que el delantero albo. Le ha convertido siete tantos con la camiseta del Cacique, tres con la de Santiago Morning y uno con la de la Universidad de Concepción.
Colo-Colo llega herido tras la última derrota ante la Universidad de Concepción, pero en los últimos dieciséis años ha sido un hueso duro de roer para  la Universidad de Chile en Macul. Los de Hoyos llegan algo más aceitados, con un renovado David Pizarro y con las ganas de ponerle fin a la “maldición de Pedrero”. Quién sabe si el mago rompe el hizo.

jueves, 3 de agosto de 2017

El Gary del pueblo y de la gente



Me pregunto quién sino Gary Medel puede representar tan bien al futbolista aguerrido, aplicado en la marca y con una nada despreciable técnica para salir jugando. Es que el oriundo de Independencia, dejó huellas desde que debutó un 27 de agosto de 2006 por la Universidad Católica, en un clásico ante la Universidad de Chile (0-1), donde se recuerda su férrea marca a Marcelo Salas. El “Pitbull”, fiel a su vehemencia, anticipaba que no iba a tener concesiones con el “Matador”. El árbitro Carlos Chandía se las cantaría claritas en la cancha: Gary, usted le pega una patada a Salas y se lleva amarilla; le pega dos patadas a Salas y se va.
Pero el ex jugador del Sabino Aguad de Conchalí, se quedó en la memoria de todos los hinchas cruzados, el 26 de agosto de 2007, con su actuación inolvidable en el clásico universitario disputado en el Estadio Nacional. En aquel partido, el “Pitbull” convirtió los dos tantos que le dieron el triunfo a los de la franja, siendo el último de ellos un verdadero golazo. También en ese encuentro tuvo un encontronazo con su compañero Eros Pérez tras la apertura de la cuenta por parte de los azules. La trifulca quedaría resuelta en el camarín.
El 19 de julio de 2007,  la Selección Chilena sub-20 caía por 1-0 ante Argentina por las semifinales del Mundial Sub 20 de Canadá y Medel, en la disputa de un balón, le pegó una patada a Gabriel Mercado. El árbitro alemán Wolfgang Stark le sacó tarjeta roja a los 15 minutos y complicó aún más el encuentro para la “Roja”, que terminó cayendo por 3 a 0. Chile obtendría el tercer lugar en dicha cita, con una generación que ha abastecido por más de una década al fútbol criollo.
El 18 de abril de 2007, Gary Medel debutó por la Selección Chilena absoluta. El combinado nacional se preparaba para la Copa América de Venezuela, por lo que disputó un partido amistoso con la Argentina de Alfio Basile, encuentro, que terminó en un empate sin goles en el estadio Malvinas Argentinas, en Mendoza. A los 61 minutos reemplazó a Manuel Iturra y comenzaría a cimentar su larga y memorable historia con el equipo de todos.
El 15 de junio de 2008, en su debut en las eliminatorias rumbo al Mundial de Sudáfrica 2010, el camiseta "17" anotó los dos goles del triunfo ante Bolivia en La Paz.
Otras memorables actuaciones por la “Roja” fueron el 15 de octubre de 2008, cuando asistió a Fabián Orellana para el triunfo ante Argentina, la histórica primera victoria ante la albiceleste, y el 28 de junio de 2014, en el Mundial de Brasil: una postal de Medel desgarrado y llorando, tras quedar eliminados en octavos de final, quedó para siempre en el inconsciente de los hinchas nacionales.
Pero la gran consagración llegaría con los dos títulos de Copa América (2015 y 2016). En la primera final ante Argentina, el zaguero tuvo una fuerte entrada sobre Lionel Messi en los primeros minutos del partido. Al año siguiente, en un nuevo partido decisivo ante los trasandinos por la final de la Copa América Centenario, se jugó el pellejo al estrellarse con uno de los postes del arco de Claudio Bravo para evitar un gol  de los albicelestes.
Es que el Gary guapea donde lo pongan, y no le importa si tiene que salir jugando en una cancha de su barrio o de Las Condes, Buenos Aires, Nelspruit, Sevilla, Belho Horizonte, Moscú o Milán. Si hasta el grupo “La Pachanga” le dedicó una canción:

Porque ser ejemplo dentro de la cancha,
y dando la vida en cada jugada,
con la chizpeza de un ganador,
te enseña que se puede ser el mejor.

Ese es el Gary que todos quieren: el Gary del pueblo y de la gente.