martes, 13 de junio de 2023

Gracias, Pelao, por llevarnos al Mundial y darnos una medalla olímpica

 

Nelson Acosta merece todos los reconocimientos, porque con sus fortalezas y debilidades, le trasuntó al futbolista chileno su impronta charrúa y su mentalidad ganadora.

Asimismo, con gran astucia, leyó al ofensivo Colo-Colo de Mirko Jozic y le ganó con O'Higgins y Unión Española, con este último le arrebató la Copa Chile en 1992.

Posteriormente, volvió a ser la bestia negra de los albos, tras vencerlos con Cobreloa y Everton en las finales de 2003 y 2007, respectivamente. Con su gran pachorra, dijo alguna vez: "Si Colo-Colo me hubiera contratado, tendrían tres o cuatro títulos más".

Internacionalmente, con la Unión Española eliminó a Cruceiro de Ronaldo de la Copa Libertadores y con Everton le dio el primer triunfo chileno en este torneo, en Argentina. Además, hizo debutar a Alexis Sánchez con los loínos a los diecisiete años.

En la "Roja", asumió de emergencia en 1993, para un amistoso ante España. Cayó dignamente por dos a cero, con una alineación conformada por su plantel hispánico.

Tras el fracaso de Xabier Azkargorta en la banca nacional, volvió por el clamor popular y del comentarista Eduardo Bonvallet.

El "Pelao" trajo nuevos bríos e hizo del Estadio Nacional un recinto inexpugnable. Se fueron con boletas: Ecuador, Colombia, Paraguay Venezuela, Perú y Bolivia. A los uruguayos les ganó a la uruguaya, gracias a un magistral centro de su querido Víctor Hugo Castañeda a Marcelo Salas. Ante cada triunfo, sacudía sus brazos y se lo dedicaba a la galería.

De visita cayó ante Colombia, Perú y Paraguay, pero le quitó puntos de visita a Argentina y Ecuador. Finalmente, clasificó al Mundial por diferencia de goles, gracias al poder de fuego de Iván Zamorano y Marcelo Salas. Fueron dieciséis años de espera, que Acosta les puso fin

En el Mundial de Francia 1998, se me cayeron las lágrimas, cuando vi a Zamorano gritar el himno nacional y a Don Nelson con la mano en el pecho. Nunca había visto a Chile en un Mundial y fue impactante.

Los chaqueteros de siempre, los mismos que dicen que Bielsa no ganó nada, lo tildaron de ratón, pero la "Roja" atacó a Italia y casi le arruinó el negocio a la FIFA, por eso el árbitro Lucien Bouchardeau nos cobró un penal que no fue. Dígame si el "Murci" Rojas y Moisés Villarroel, no parecían laterales brasileños con sus descuelgues.

A Camerún se le dio pelea y se le empató con bastante fortuna y también con la ayuda arbitral, que les anuló un gol a los africanos y ante los austriacos, la mala suerte nos privó de un triunfo. Milagrosamente, Chile clasificó a segunda ronda después de treinta y seis años con tres empates. Brasil y Ronaldo en la otra fase, nos mandarían para la casa con una contundente goleada, pero con algo de dulzura.

Después vino la Copa América 1999, la medalla de bronce de Juegos Olímpicos de Sídney 2000 y la Copa América 2007, que terminó con el escándalo de algunos jugadores de la que se llamaría la Generación Dorada.

Hoy cumple setenta y nueve años y soy un agradecido de usted, Don Nelson. Con respeto y cariño le digo: "Gracias, Pelao, por llevarnos al Mundial y darnos una medalla olímpica".