Dicen que nadie es profeta en su tierra y el entrenador Manuel Pellegrini lo confirma en cada temporada, dirigiendo exitosamente hace muchos años en pastos foráneos.
Asimismo, es curioso lo que ocurre en Chile, porque internacionalmente es uno de los adiestradores más cotizados y aplaudidos, pero acá sus pares no lo citan como un paradigma táctico y para la afición tampoco es una referencia. ¿Será el estigma de aquellos que les va bien o todavía se le pasará la cuenta por el descenso a la Segunda División con la Universidad de Chile o por los títulos que perdió con la Universidad Católica? ¿Será que sus evasivas para dirigir la Selección Chilena lo han alejado de la preferencia de los hinchas?
En un medio criollo donde los entrenadores no son un producto exportable, lo de Pellegrini alcanza ribetes casi insuperables y su trayectoria sólo tiene parangón con la de su mentor Fernando Riera. Entre los logros más rutilantes del “Ingeniero” se encuentran los tres campeonatos nacionales que consiguió en Sudamérica con Liga de Quito de Ecuador en 1999, San Lorenzo de Almagro y River Plate de Argentina en 2001 y 2003, respectivamente.
En el Manchester City, consiguió las Copas de la Liga, en 2014 y 2016, y en 2014 la Premier League. En 1994 levantó la Copa Interamericana con la Universidad Católica, el único título internacional en la historia de la institución cruzada. En San Lorenzo, en 2001, alzó el primer trofeo continental de la institución: la Copa Mercosur 2001. Súmele a lo anterior, las mejores campañas en la historia del Villarreal con la semifinal en la Champions League 2005-2006 y el subcampeonato de la Liga de España 2007-2008. En 2004, consiguió la Copa Intertoto de la UEFA con los amarillos.
Como entrenador del Málaga, el D.T. también quedó en los anales de dicho club. Con los blanquiazules logró el mejor rendimiento de su historia en la Liga, con mayor cantidad de puntos (58 puntos) y mejor posición histórica del club al final de un campeonato (Cuarto lugar). Asimismo, clasificó a los boquerones por vez primera a la Champions League, superando la primera fase en calidad de invicto y como cabeza de su grupo. El Borussia Dortmund de Alemania los eliminó en cuartos de final en una llave que todavía se discute.
Su paso por el Real Madrid marca un punto de inflexión en su carrera, porque en su única temporada en los merengues 2009-2010, no consiguió títulos, pero determinados resultados estadísticos que constituyeron registros históricos para el club. Sin embargo, el 27 de octubre de 2009, el Real Madrid sufrió una estrepitosa derrota por 4-0 en el partido de ida de la Copa del Rey, por un equipo de Segunda División B, el Agrupación Deportiva Alcorcón. En la vuelta, los madridistas solamente ganaron por 1 a 0 y la eliminación le trajo numerosas críticas a Pellegrini, en especial de los fanáticos del club. Luego quedó eliminado de la Liga de Campeones en octavos de final, a manos del Olympique de Lyon. Al final de la temporada, quedó segundo en la Liga tras el espléndido Barcelona de Pep Guardiola, con un total de 96 puntos, tres menos que el campeón. En clubes de la categoría del Real Madrid no se toleran los segundos lugares y con esos impresionantes números, Pellegrini tuvo que decir adiós.
En 2016, asumió como entrenador del club Hebei China Fortune perteneciente a la Superliga de China, donde en su segundo año al mando del equipo cosechó la mejor posición histórica del club, finalizando en el cuarto puesto de la temporada 2017. El estratego chileno también tuvo pasos por el West Ham United de Inglaterra en la temporada 2018-2019.
Hoy la locura por Pellegrini es total en el Betis de España, por la tremenda temporada que está realizando con los albiverdes, donde está peleando en la liga española, en la Copa del Rey y en la Europa League. Este fenómeno se entiende a tal punto, que el entrenador recibió el apodo de “Míster remontada”, debido a su impresionante estadística en el conjunto sevillano, donde en varios cotejos ha comenzado perdiendo.
¿Y cuándo dirigirá a la Selección, Don Manuel? Hace poco lo sondearon y su negativa habitual pareciera que se ha revertido: “Para mí sería un orgullo dirigir a Chile. Si vuelvo es para un trabajo general en torno al desarrollo del futbol, aspirar en un tiempo prudente y lógico sacar a una buena generación de jugadores”.
Su llegada podría encabezar un proceso rumbo al Mundial de Canadá, México y Estados Unidos 2026 y con proyecciones para un posible Mundial en Sudamérica en 2030. A esas alturas, la “Generación dorada” será un hermoso recuerdo y por lo mismo, se requerirá de un buen ingeniero para encabezar un proyecto de refundación del fútbol chileno.
