lunes, 11 de septiembre de 2017

A empezar de nuevo



El 5 de febrero de 2016, Juan Antonio Pizzi tomó el fierro caliente que le entregó la ANFP y en algo más de un mes le tuvo que hacer frente a los partidos ante Argentina y Venezuela por las Clasificatorias al Mundial de Rusia 2018. Allí salvó ileso con una derrota como local ante los albicelestes y un triunfo de visita ante la vinotinto. En mayo de ese año el combinado criollo, enfrentó a Jamaica en Viña del Mar, en un partido preparatorio para la Copa América Centenario, donde la "Roja" cayó sorpresivamente por 2 a 1. Luego vino otro amistoso en Estados Unidos frente a México y también se cayó por un resultado de 1 a 0. 
En la cita de Norteamérica las cosas no mejoraron, y en el debut hubo derrota ante Argentina por 2 a 1. Los partidos siguientes de la primera fase fueron triunfos ante Bolivia y Panamá, pero sin exhibir un juego sólido y con rendimientos individuales extremadamente bajos. En la siguiente ronda algo pasó, porque los jugadores criollos salieron con otra actitud a la cancha y vapulearon a México por 7 a 0.  Se dice que los nacionales acá desobedecieron las órdenes tácticas del estratego rosarino y jugaron por su cuenta y a la usanza del esquema del anterior adiestrador. En semifinales se les ganó con superioridad a los colombianos y a los argentinos se les volvió a hacer la gracia desde los lanzamientos penales para alzar el título. De vuelta en las Clasificatorias, un ascensor con la derrota frente a Paraguay en Asunción, empate con Bolivia en Santiago, derrota con Ecuador en Quito, triunfo sobre Perú en Santiago, empate en Barranquilla con Colombia, derrota ante Argentina en Buenos Aires, triunfo sobre Uruguay en Santiago, y esta pasada y estrepitosa doble fecha con dos derrotas en línea frente a Paraguay y Bolivia. En la Copa Confederacione,s un meritorio vicecampeonato, con tan sólo un triunfo en toda la campaña y sin anotar en semifinales ante Portugal y Alemania en la final. Premonitorio y preocupante. 
Pizzi, en un año y medio en el cargo, ha pasado de una buena a una mala, como los alumnos que llegan a puros cuatros a final de año y en los exámenes finales rematan con un dos. El coach argentino está reprobando, porque soltó el timón en la recta final y donde no había que hacerlo. 
Muchos lo quisieran en las redes sociales, pero este no es el ocaso de la generación dorada, porque no se les puede haber olvidado ganar y meter goles en tan poco tiempo. Pero si no se es capaz de ganarles en las dos ruedas a  Bolivia y  Paraguay, en el papel rivales inferiores, difícilmente se podrá aspirar a algo grande en una cita mundialista. Estos muchachos, nuevamente enfrentados al destino, a ese al que ya le doblaron la mano afuera de la cancha. El escritor uruguayo Mario Benedetti dice en su poema “No te rindas” que siempre hay que desplegar las alas, empezar de cero e intentar de nuevo. Chile deja atrás este mal momento y ante Ecuador y Brasil empieza de nuevo.

viernes, 1 de septiembre de 2017

El que ríe último, ríe mejor...



Hace rato que no se veía un Chile tan deslucido y tan largo en la cancha. Los paraguayos nunca fueron una maravilla a ras de pasto y tampoco lo iban a ser en el Estadio Monumental. No era misterio que los guaraníes se venían a arropar con diez y medio casi once, que iban enredar el partido y que iban a salir de contragolpe.
En ese contexto, Juan Antonio Pizzi no hizo una lectura correcta del encuentro y no acertó con un croquis que incluía desde el inicio a Nicolás Castillo. El ex delantero de la Universidad Católica fue un fantasma en Macul y chocó siempre con la muralla albirroja, una fórmula de ataque que tampoco encontró a sus mejores exponentes en Eduardo Vargas y Alexis Sánchez.
El tocopillano estuvo muy irascible y no fue el acostumbrado agente de peligro de la escuadra nacional. La fallida contratación del Manchester City hizo mella en el ánimo del delantero y eso nunca lo pudo disimular mientras estuvo en el gramado.
La “Roja” se mostró sin ideas, sin sorpresa y sin los recursos para destrabar un partido que siempre fue cerrado. Las embestidas fueron débiles y los arietes criollos siempre chocaron con el bosque de piernas paraguayas. En los últimos tres partidos, ante Portugal, Alemania y Paraguay, no se ha marcado gol alguno y eso evidentemente tiene repercusiones. 
¿Por qué la segunda mejor selección de las federaciones del mundo no tiene tiro de distancia o cabezazo? ¿Por qué se buscó penetrar de una sola forma al área contraria si sabe que hacer lo mismo tiene resultados predecibles? ¿Qué pasa si Bolivia y Ecuador nos plantean partidos de las mismas características?
Las Clasificatorias de Pizzi han sido bien malitas y no debe parar solamente nombres en la cancha, sino también poseer una alta sapiencia táctica para resolver todo tipo de puzzles y acertijos que los rivales le plantean. El empate ante Colombia en Santiago y la doble derrota ante Paraguay en la ida y en la vuelta asoman como los puntos más decisivos que se dejaron escapar en el proceso.
Arturo Vidal es más dado a equivocarse afuera de la cancha que adentro, pero ese día llegó. En el partido anterior le tocó a Marcelo Díaz y en los próximos seguramente le tocará a otro. Estos mismos jugadores le brindaron dos Copas América y una final de Copa Confederaciones a Chile y también se equivocan.  De todas maneras, el merecido aplauso estará esperando a estos muchachos en la hora del ocaso. Mi humilde opinión es que Chile va al Mundial, pero quizás tendrá que timbrar el pasaporte en el repechaje. En un minitorneo donde nadie sabe para quién trabaja, y el que ríe último, ríe mejor...