lunes, 29 de diciembre de 2014

2015: el año del deporte chileno



En términos estrictamente futbolísticos, podríamos decir que ya estamos pisando los descuentos de 2014. Un año mucho más de dulce que de agraz para el deporte chileno, en el que saltan a la memoria imborrables momentos de triunfos y también de grandes emociones en la derrota. No obstante, si se eligiera la imagen del año del deporte chileno, esta debería ser la que retrató el llanto del “Pitbull” Gary Medel tras la eliminación ante los dueños de casa en el Mundial de Brasil. Demostración genuina de profesionalismo, de honor deportivo y también de amor a la camiseta. Sí, llegamos adonde mismo lo habíamos hecho en nuestras últimas dos presentaciones mundialistas, pero esta vez no nos daba lo mismo quedar eliminados y tampoco salíamos cagados de la risa y abrazados a los rivales de la cancha. Chile le dio el golpe de gracia al campeón del mundo y estuvo a minutos de la gloria frente a un “Scratch” que suplicaba por piedad. El balón que estrelló Mauricio Pinilla en el minuto 119 seguirá penando al menos por cuatro años más.

Pero la temporada arrancó con los triunfazos del piloto Ignacio Casale, quien se adjudicó el Rally Dakar en la categoría cuatrimotos y de Carolina “Crespa” Rodríguez, quien retuvo el título mundial de la wiba en Constitución. La púgil criolla se anotó en mayo con una de las actuaciones relevantes de 2014 al derrotar a domicilio a Janeth “La Cuisilla” Pérez por la cinta planetaria de la fib. La revancha se realizó en el mes de diciembre en Puente Alto y la “Crespa” otra vez le ganó a la mexicana.

En el mes de marzo, la ciudad de Santiago albergó a los X Juegos Suramericanos y a los I Juegos Parasuramericanos. En los deportes convencionales la legión femenina se hizo fuerte en casa con sus máximas medallas: Natalia Duco, Karen Gallardo, Bárbara Riveros y Gabriela Bruna, entre otras. Los paralímpicos Cristián Valenzuela, Juan Carlos Garrido y Margarita Faúndez también alcanzaron el oro en sus distintas disciplinas y honraron el emblema patrio.

Asimismo, la Selección Masculina Adulta de Hándbol logró su clasificación al Mundial de Qatar, el cual se realizará en enero de 2015, hito que se repite por tercera vez consecutiva. Las “Marcianitas”, en tanto, se colgaron el bronce en el Mundial de Francia y, nuevamente, se les prometió un recinto para sus entrenamientos.

En esta temporada Manuel Pellegrini se consagró como campeón de la Premier League con el Manchester City y Alexis Sánchez se graduó de ídolo en el Arsenal. Claudio Bravo alcanzó el récord de imbatibilidad en un inicio de temporada con el Barcelona y el Colo y la U se repartieron el Clausura y el Apertura, respectivamente.

El Premio Nacional del Deporte fue para el esquiador náutico Felipe Miranda y el Premio “El Mejor de los Mejores” fue para la velocista en patines María José Moya.

Le decimos adiós a 2014 y le damos la bienvenida a un 2015 de mucha esperanza e ilusión para nuestro deporte. Es el año de la Copa América y del Mundial Juvenil Sub 17. El año del deporte chileno. ¿Por qué no?

miércoles, 5 de noviembre de 2014

El que sabe, sabe


Me llama la atención cómo los puristas del fútbol criollo por estos días levantan voces y se oponen a la posible nominación de Mauro Zárate a la selección, simplemente porque el ariete no nació en suelo chileno. Un argumento débil y ambiguo, porque Matías Fernández (Argentina), Mark González (Sudáfrica)  y Jorge Valdivia (Venezuela) tampoco lo hicieron en estas tierras y nadie ha dicho ni pío. A algunos les provoca urticaria que el ex Velez Sarfield no haya tenido relación alguna con nuestro balompié, como así la tuvieron en otras épocas Óscar Fabianni o Sergio “Superman” Vargas o Gustavo Canales y Pedro Pablo Hernández en estos días. ¿Por qué con la nominación de Miiko Albornoz no hubo reacciones de este tipo?

El asunto es que Zárate se arrepintió de su negativa original de vestir la “Roja”. Será oportunismo o no, pero lo cierto es que hoy es una alternativa más para la Selección Chilena.

En el primer mundo futbolístico esto de representar a un país que no es el de origen hace rato dejó de ser tema. O si no pregúnteles a holandeses, alemanes y portugueses, si alguna vez les preocupó que Clarence Seedorf  y Edgar Davids hayan nacido en Surinam, o Miroslav Klose y Lukas Podolski en Polonia, o Deco y Pepe en Brasil. El argentino Lucas Barrios también se nacionalizó paraguayo por vínculo sanguíneo, únicamente para disputar el Mundial de Sudáfrica 2010.

No se trata de que el combinado nacional se convierta en la Organización de las Naciones Unidas, pero Jorge Sampaoli sabe que en el fútbol actual no se pueden dar ventajas, y si los otros países  no las dan, ¿por qué tendríamos que darlas nosotros?  Y si el reglamento lo permite, ¿por qué se va a desaprovechar la posibilidad de nacionalizar a un jugador de las características de Zárate? Lamentablemente, nuestras vitrinas están vacías  por más de un siglo y la Copa América 2015 es una inmejorable ocasión para ganarla y también para dar de baja a los caducos paradigmas que todavía rigen en el fútbol chileno.

En este contexto, las críticas también arreciaron para Jorge Sampaoli, cuando deslizó la posibilidad de jugar algunos partidos de las Clasificatorias en Calama. Una idea nada de descabellada, entendiendo que colombianos, ecuatorianos y bolivianos siempre le han sacado partido a este tipo de ventajas. Próximamente la FIFA discutirá si el medio cupo que otorga el repechaje para Sudamérica se mantendrá o se eliminará. Si  se pierde la media plaza para la región, indudablemente la competencia será mucho más cerrada, donde los puntos de local serán vitales, sobre todo jugando ante brasileños, argentinos y uruguayos. Bueno, tampoco faltaron los rebuscados que dijeron que jugar en altura era hacer “trampa”, pero el que sabe, sabe, y el que no, se duerme y se lo lleva la corriente.

martes, 21 de octubre de 2014

¡Basta!


El lunes por la mañana se hace imperioso tomarse un cafecito, porque pucha que cuesta despertar y arrancar en el primer día de la creación. No obstante, si su equipo fue el que ganó el superclásico, probablemente no necesitó esta semana de ningún estimulante natural o de alguna bebida energética para esto. Y si no me cree, pregúntele a los hinchas de Colo-Colo, quienes todavía celebran y se regocijan con el triunfo ante la Universidad de Chile.

Pero cuando hablo de hinchas, me refiero a los de verdad. A esos que les gusta el fútbol y que disfrutan del espectáculo, indistintamente del resultado. No me refiero a esos desalmados que le dan la espalda a la cancha y que van al estadio a hacer desmanes y a darse de estocada limpia con la otra barra.

No es que me esté poniendo viejo o amargado, pero antes las cosas eran distintas y el amigo del equipo perdedor tenía que pagar con alguna simpática apuesta o decididamente se tenía que poner la camiseta del rival. Todo en gran  camaradería, jocosidad y en la mejor de las ondas.

Acuérdese de que en los años sesenta, los jugadores de ambas escuadras se ceñían -sin problemas- las divisas contrarias para reforzarse en los populares hexagonales de verano. Si hasta el mismísimo Carlos Humberto Caszely, en enero de 1988, se puso la “U” en el pecho en un preliminar del clásico universitario, donde se enfrentaron los rostros de Canal 13, en esa época dependiente de la Pontificia Universidad Católica, y de Canal 11, de tutela de la Universidad de Chile. El “Chino” reforzó a los del antiguo Teleonce y la prensa de esos años cuenta que uno de sus siempre peligrosos ataques fue interceptado nada más ni nada menos que por el pájaro Guru Guru.

Lamentablemente, los tiempos han cambiado y lo que otrora fue un espectáculo deportivo, hoy parece más una guerra. Los jugadores tampoco hicieron mucho para calmar las aguas y realmente se hizo impresentable la actitud de futbolistas que se dicen profesionales: el cabezazo de Christian Vilches a “Pato” Rubio, el codazo de Esteban Paredes al “Pepe” Rojas”,  el manotazo de Osvaldo “Rocky” González a Juan Delgado y para qué decir de las siempre oportunas palabras de Jhonny Herrera. 

Señores, no se les olvide que el fútbol es un juego en el que se deben preservar los valores del deporte. Sí, esos mismos que llevaron al plantel de la "U" en 1991 al Estadio Monumental para saludar y felicitar al Colo-Colo Campeón de la Copa Libertadores de América.

En resumen, la jornada arrojó un total de 87 detenidos, 9 formalizados, uno detenido y muchísima tristeza en los corazones de los que amamos el fútbol. ¡Basta!

miércoles, 15 de octubre de 2014

Un balde de agua fría y una prueba de humildad


El técnico Jorge Sampaoli declaró la semana pasada que no era una obligación ganar la Copa América 2015 y, en lo relativo, podría estar en lo cierto. Pero si jugamos de local y tenemos una de las mejores camadas de futbolistas de todos los tiempos, ¿cómo?, dirá usted. Bueno, es que no puede ser una obligación, si en más de un siglo no se ha ganado algo a nivel de Selección. Más que una obligación, se podría tratar de una responsabilidad o de una oportunidad.

Lo situaré en el siguiente escenario. ¿Qué pasará si el ex D.T. de la Universidad de Chile no gana dicho torneo? Nada, la vida sigue igual –como dice la canción de Julio Iglesias–, o si no pregúntele a Nelson Acosta, Claudio Borghi, Juvenal Olmos, Arturo Salah, Pedro García y tantos otros que fracasaron en el intento. Por el contrario, estos mismos entrenadores actualmente dirigen otros clubes, tienen altos cargos dirigenciales en importantes clubes y otros son influyentes líderes de opinión.

El caso del adiestrador casildense debería ser diferente, porque exhibe un rendimiento superlativo al mando de la Selección, no obstante, en los últimos meses se le ha perdido en algo la brújula. De acuerdo a los últimos amistosos: ¿Tenía sentido parar equipos casi titularísimos para los confrontes con peruanos y bolivianos? ¿Por qué no les dio minutos a los posibles relevos de los estelares? ¿Para qué llama a centrodelanteros que coloca poco y nada? ¿Se puede prescindir de un volante creativo de las características de Valdivia, Fernández o Pizarro? ¿Alexis Sánchez crea más peligro como extremo derecho o en todo el frente del ataque?

Sí, ahora hay más posibilidades que antes de alcanzar el título, sobre todo con la pléyade de jugadores que Chile tiene, pero Jorge Sampaoli se equivoca cuando renuncia al modelo ofensivo con un enganche, un extremo derecho, un extremo izquierdo y un delantero centro. El trabajo psicológico también es prioritario, y es ahí donde siempre flaqueamos. Anoche esto quedó de manifiesto con un escenario perfecto –salvo los problemas de iluminación–, con un marco de público ideal y con un rival débil en el papel. Lo mismo sucedió en la Copa América 2011 con Brasil y Argentina eliminados, con toda la hinchada a favor y con Venezuela como único escollo para acceder a semifinales del torneo.

Aquí no ha pasado nada, pero hay que trabajar mucho para ganar la Copa América. El traje de favoritos nunca nos ha quedado a la medida y el empate con Bolivia cayó como un balde de agua fría, pero también como una prueba de humildad de cara a los próximos 8 meses.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

La ruta de los sueños


Ser o no ser campeón” titulé una crónica en la previa de la última Copa América. En ese entonces, Claudio Borghi trataba de guiar a una selección que debía ganar dicha justa regional y clasificar holgadamente al Mundial de Brasil. Sin embargo, finalmente no ocurrió ni lo uno ni lo otro.

La Copa América ha sido un cetro esquivo y una de las espinas clavadas que tiene el fútbol chileno. En casi un siglo de torneo, jamás la hemos podido alcanzar. Un triste rezago que seguimos compartiendo con venezolanos y ecuatorianos.

Eso sí, varias veces estuvimos cerca del cetro continental. En 1955 Chile fue organizador y finalizó segundo; en 1956, en Uruguay, la Roja repitió la marca; en 1979 los nacionales cayeron frente a Paraguay (0-1) en un tercer partido definitorio en Buenos Aires; y en 1987, en Argentina, la cuenta mínima fue la sentencia ante la selección de Uruguay.

En 1991 fuimos anfitriones por última vez, pero tampoco pudimos pese a contar con la base del Colo-Colo campeón de la Copa Libertadores. Esa vez, la Roja fue tercera. El próximo año Chile nuevamente organizará la fiesta e indefectiblemente será uno de los favoritos. No obstante, Jorge Sampaoli ya se puso el parche antes de la herida, declarando que no siente la obligación de ganar la Copa América ya que Chile no es uno de los candidatos. Al parecer, el estratego quiere traspasarle la presión a sus rivales porque el traje de favoritos nunca nos ha quedado a la medida.

Chile y su prodigiosa pléyade de futbolistas necesita imperiosamente un título y esta podría ser la ocasión de conseguirlo. El Mundial dejó al hincha con una sensación natural de triunfalismo, porque este equipo demostró en la cancha que está para grandes cosas. La dramática eliminación ante Brasil caló hondo en las huestes nacionales y en esos duros momentos nació la promesa de conseguir un primer trofeo para nuestra selección.

La primera estación es este sábado ante México y el martes con Haití. Es la gira por Norteamérica, es la ruta de los sueños.   

 

viernes, 22 de agosto de 2014

Quiero hablar en presente


Es una gran alegría recordar la gesta olímpica del tenis de hace una década, pero así también es triste ver el estado en que hoy se encuentra esta disciplina. ¿Por qué el deporte más exitoso de los últimos quince años no invirtió en infraestructura y en renovación tras su época de bonanza deportiva y económica? Asimismo, en el corazón de la Población Santa Adriana, en Lo Espejo, unos muchachos se ganaron un proyecto de intervención social y, en el más profundo de los anonimatos, inaugurarán -prontamente- un recinto de tenis de estándar internacional. Desde esta tribuna, vayan todos mis respetos para la abnegada y ad honorem labor de los monitores, entrenadores, psicólogos  y pedagogos autodidactas: Rodrigo Tapia y Richard Avendaño. Quizás cuando se corten las cintas, van a aparecer los flashes de las cámaras y también esos a los que les gusta ponerse… pero únicamente para la foto.

Muchos se llenan la boca y los bolsillos con el deporte, pero  poco y nada hacen  por  él.  En las regiones, en las comunas y en los barrios  hay  talento de sobra, pero así también hay un desinterés abismante en deportes que no tienen el imán comercial del fútbol. En ese contexto me pregunto si en mi comuna las autoridades conocerán a Jonathan Velásquez. Seguramente no saben que es un promisorio ciclista sub-23, campeón panamericano y seleccionado nacional de la categoría, que ha conseguido importantes logros internacionales y que comparte tricota con el experimentado Patricio Almonacid en el team Clos de Pirque- Trek. En mayo último por ejemplo, salió segundo por equipos y cuarto en su categoría en una competencia en Brasil.    

Hace treinta o cuarenta años estábamos por debajo de Argentina y Brasil en el medallero regional. En las últimas versiones de los Juegos Suramericanos hemos sido superados con holgura por Colombia y Venezuela, y en la nuca nos viene respirando Ecuador. Todos estos países entendieron la importancia del deporte hace más de veinte años y eso se refleja en los resultados. Sabemos que el deporte para Chile no es una prioridad y por eso no debemos exigir resultados. En pedir no hay engaño, pero la “Crespa” estaba en todo su derecho de estar nerviosa en su defensa por el título del mundo. ¿Cómo? Dirá usted. Claro, si el apoyo le llegó recién a los treinta años. ¿Cuánta ventaja no se da cuando el rival con 18 años ya está en las grandes ligas? O usted cree que a Tomás González no le perjudicó tanto lío federativo y no cedió margen ante sus rivales en los últimos Juegos Olímpicos. Ese pelo que le faltó al gimnasta para conseguir una medalla en Londres 2012, perfectamente se podría asociar a tanto malos ratos y dolores de cabezas que ha pasado con su Federación y que únicamente consiguieron distraerlo de su objetivo final. Sólo hay que pensar que mientras nuestros deportistas golpean puertas y pierden tiempo en conseguir recursos, sus rivales ganan horas de entrenamiento, destreza y de alto rendimiento. Ojalá que obtener un máximo logro no siga siendo un karma para el deporte chileno y que a la "Crespa" no solamente le palmoteen la espalda, sino que su fenómeno sea aprovechado como el verdadero renacer del boxeo criollo. Quiero hablar en presente y no quiero que se sigan recordando los antiguos logros del básquetbol, del hockeypatín, del ciclismo y ahora del tenis.

martes, 12 de agosto de 2014

En buenas manos


No era el Caupolicán y tampoco el ex Estadio Chile. No estábamos en dictadura y tampoco peleaba  Martín Vargas, Godfrey Stevens o Julio Gómez. El calendario marcaba el sábado 9 de agosto y el reloj las 22:25. Momento preciso en que Carolina “Crespa” Rodríguez saltaba al cuadrilátero del Polideportivo del Estadio Nacional y el viejo y querido boxeo comenzaba a despertar de su extenso y profundo letargo. Sí, ese deporte que tantas alegrías le entregó a la afición y que por las malas gestiones desapareció de la palestra competitiva, mediática y prácticamente también del relato de nuestros abuelos, padres y tíos.

Más de cinco mil almas unidas por la mejor exponente nacional de la historia y también por la única luminaria que hoy exhibe esta disciplina en Chile. El gobierno la apoyó y el pueblo se cuadró con su campeona. En la galería el grito era uno solo: ¡Chi, chi, chi, le, le, le! ¡“Crespa” Rodríguez de Chile!

En la previa, unos pintorescos combates preliminares y el reconocimiento a la trayectoria y a la figura de Martín Vargas. El recinto se colmó de aplausos y vítores, esos que la mayoría de las veces son huraños y escasos para nuestras glorias del deporte. 

Había esperanza y triunfalismo en el ambiente, pero los especialistas  presagiaban  un confronte estrecho y muy parejo. El palmarés de la colombiana Dayana “Diamante” Cordero era contundente con 13 peleas ganadas (9 por K.O.), 4 perdidas y un empate. A pesar de sus noveles dieciocho años, se trataba de una rival compleja y a la que estratégicamente no había que darle espacios.

Los primeros asaltos no marcaron grandes diferencias entre ambas púgiles. A la “Crespa”´, eso sí, se le veía algo tensa pero, como siempre, muy propositiva, frontal y valiente. A la barranquillera, en tanto, parecía no afectarle el público en contra y desde el inicio planteó una pelea claramente defensiva y de contragolpe. Convengamos en que la “Diamante” siempre esperó  la iniciativa de  la  púgil nacional y nunca asumió grandes riesgos. La visita apeló como único recurso a su pegada de nocaut y no fue ella quien precisamente salió a buscar y a ganar la contienda. En la medianía del combate, la “Crespa” conectó un par de buenas manos, pero no se encontraba con su habitual precisión y muchos de sus golpes se estrellaban en el aire. No se sentía cómoda y se le notaba. A su coach le repetía en el descanso que estaba “apretada” y que no se reconocía en el cuadrilátero. Avanzada la refriega, la local seguía embistiendo fuera de distancia y la colombiana que aprovechaba cada fail de su contrincante. Un alza de la cafetalera y un par de jabs muy bien conectados en el noveno round no le alcanzaron para arrebatarle el título a la chilena. Finalmente, el triunfo por los puntos en fallo dividido para Carolina “Crespa” Rodríguez: 99-91, 95-98 y 96-95.

En resumen, podríamos convenir en que no fue una de las mejores exhibiciones boxísticas de la “Crespa”, pero vaya cuánto coraje y amor a la camiseta le pone a lo suyo. No nos olvidemos de que nuestra compatriota se ha hecho a sí misma, y en esas condiciones se ha convertido en la mejor del mundo. A lo largo de su carrera pugilística  ha hecho lo que ha podido con lo que ha tenido, y eso hasta ahora ha sido mucho. El apoyo recién llegó a sus treinta años y seguramente toda la parafernalia en torno al combate, la descolocó en lo emocional y en lo psicológico. La “Crespa” tiene que encontrar las herramientas para abstraerse de todo lo que está implicando su creciente popularidad.

También hay que considerar que ella es, hoy, la rival que todas sus contrincantes quieren derrotar y sus próximos desafíos seguramente siempre van a tener un mayor grado de dificultad. No obstante, Carolina aprende de las lecciones porque es trabajadora, profesional y está muy enfocada en su carrera. Futbolísticamente hablando podríamos decir que la “Crespa” ganó, pero no gustó y no goleó. De igual manera, la corona sigue en buenas manos, sigue en las manos de la "Crespa" Rodríguez.

jueves, 7 de agosto de 2014

Ahora o nunca


No veo televisión, pero me han contado que por estos días han finalizado unas cuántas teleseries. Una de ellas la protagonizó Jorge Sampaoli con su posible éxodo de la Selección Chilena de Fútbol. Un mensaje entre líneas que mandó el estratego por la cadena ESPN desató la trama y el suspenso con respecto a su continuidad en la “Roja”.

Nadie entendía eso del “compromiso moral” hasta la Copa América 2015, pero con la renovación de su contrato y los suculentos premios económicos que negoció con la ANFP, ahora quedó clarito. Habemus Sampaoli para la Copa América 2015, Copa del Centenario 2016, Clasificatorias Rusia 2018 y el Mundial, si se logra clasificar.

No es ningún misterio que el ex D.T. de la “U”, quiere ir más allá del horizonte sudamericano y está en su legítimo derecho como profesional. Sin embargo, era ilógico e incierto proseguir con el entrenador hasta dos meses antes del próximo proceso eliminatorio. En ese contexto, era imperioso amarrar un contrato por los siguientes cuatro años. Es cierto, nadie es insustituible pero claramente si el argentino se iba, se volvía a truncar otro proceso.

Acuérdese que tras la partida de Marcelo Bielsa, el pase insulso y el juego lateral reaparecieron como por arte de magia. A los entrenadores nacionales pareciera no interesarles asimilar  los métodos del actual equipo técnico de la selección nacional y también de otros anteriores. Curiosamente, en Juan Pinto Durán sólo se registra la visita del uruguayo Martín Lasarte.

Lamentablemente, este proceso se ha ido enrareciendo con las polémicas salidas de Marcos González y de Gustavo Canales de la nómina final mundialista. Posteriormente con la renuncia vía twitter de Jorge Valdivia, los rumores de indisciplina en la cita planetaria misma y también con la inminente automarginación de Esteban Paredes. La entrevista que dio el casildense a la mencionada cadena internacional de televisión y la reunión tipo cónclave que tuvo con algunos escogidos periodistas chilenos tampoco ha ayudado a desenredar la madeja de suposiciones y especulaciones que se han suscitado por estos días.

En lo próximo hay que volver a concentrarse en la pelotita, porque los desafíos que tiene Chile son bien grandes y la ilusión de ganar algo importante también lo es. No obstante, antes de iniciar el camino a Rusia hay que hacerle frente a la Copa América que se organiza en casa y hay que ganarla. Pareciera que no hay otra consigna, es ahora o nunca.

lunes, 28 de julio de 2014

Margarita Faúndez: “Confiamos en los dichos del gobierno, para que el deporte paralímpico crezca mucho más”


Los Juegos Suramericanos y los Parasuramericanos realizados en marzo pasado en nuestra capital nos dejaron postales imborrables. Uno de esos inolvidables momentos, lo protagonizó la atleta paralímpica Margarita Faúndez con el oro que obtuvo en la prueba de los 800 metros en la pista central del Estadio Nacional.
No obstante, la llegada al deporte de la destacada atleta no vidente fue por casualidad y a través de la invitación de un compañero de clases, que con el tiempo se convirtió en su compañero de vida. Al principio creyó no tener las habilidades para llegar a ser deportista, ya que por su enfermedad se tuvo que eximir siempre de la clase de Educación Física en el colegio.  Después de seis años de haberse iniciado en la actividad, la atleta chilena es hoy campeona a nivel nacional dentro de su categoría y en 2012 llegó a posicionarse en el 11° puesto del Ranking Mundial. Además de la resonante medalla de oro que consiguió en los recientes I Juegos Parasuramericanos. Acá la entrevista con la flamante campeona parasuramericana de los 800 mts: Margarita Faúndez.
 
 

 
¿Cómo nació tu pasión por el deporte y por el atletismo en especial?

Nace de una invitación que me realizó mi actual pololo, hace seis años. Él había sido atleta convencional en su época escolar (atleta sin discapacidad) y regresaba a las pistas después de estar retirado por ocho años. Ahora lo hacía como atleta paralímpico (discapacidad visual). Él  fue quien descubrió potenciales en mí que hasta ese momento nadie había notado. Luego de tres meses de su insistencia, le dije: Ok. ¡Voy a probar que tal resulta esto! Y temerosa y asustada, partió mi experiencia un 3 de julio de 2008. Jamás  pensé que por querer pasar más tiempo con mi pololo y  por querer desafiarme  a algo nuevo y desconocido, llegaría a ser quien soy hoy en día en el atletismo paralímpico nacional.

Es sabido que en Chile ser deportista es muy difícil ¿Ser mujer deportista y desarrollarse en el movimiento paralímpico lo es aún más? ¿Cuáles han sido los pros y los contras?

Para nadie es desconocido que ser deportista en Chile es muy difícil y claramente ser mujer deportista es mucho más, pero considero que no hay cosa más compleja que ser mujer, deportista y tener una discapacidad, o mejor dicho ser deportista paralímpica. Somos pocas las atletas paralímpicas a nivel mundial,  y atletas no videntes somos aún menos. Debido a esta poca demanda de atletas paralímpicas, en los grandes eventos deportivos como parapanamericanos, mundiales y juegos paralímpicos no se realizan todas las pruebas necesarias, y mucho menos para cada categoría. Me explico: en los Juegos Parapanamericanos de Guadalajara 2011 -el primer gran evento deportivo en el cual participé-,  lamentablemente me tuve que preparar, clasificar y competir en la prueba  de 400 metros, que claramente no era para mí y no era mi especialidad. Esto pasa en todos los grandes eventos deportivos, y por ende, a los competidores nos toca adaptarnos a la prueba del momento y eso es un impedimento para especializarnos en la disciplina adecuada y no desarrollarnos en la prueba donde tenemos mejores posibilidades.

 ¿Cuáles son los apoyos y financiamientos que has recibido?

 El apoyo y el financiamiento que existe en Chile para el deporte es bajísimo y para el deportista paralímpico es mucho menos. Las empresas, instituciones o entidades ven en el atleta una posibilidad de ganar -y no se discute-, pero eso impide que a los deportistas paralímpicos se nos apoye. El deporte paralímpico en Chile es como el hermano chico del deporte convencional y por ende los deportistas sin discapacidad son mucho más conocidos que nosotros porque claramente venden mucho más. Ellos son un producto mucho más atractivo para las empresas; por lo mismo salen mucho más en los medios, son más nombrados y tienen más cobertura. En cambio nosotros somos los discapacitados que le ganan a la vida haciendo un deporte,  y creo que no se nos considera como deportistas de alto rendimiento.

 ¿Cuál ha sido tu experiencia con los auspiciadores?

 He golpeado muchas puertas de empresas, de marcas deportivas y también de otros rubros, pero ha sido complejo. Zuko Go estuvo apoyándonos durante dos  años con la  hidratación deportiva y Sckechers estuvo ayudándonos con las zapatillas durante más de un año. Hasta principios del 2013 no encontrábamos más apoyo, hasta que en septiembre del mismo año Harold Mayne-Nicholls y su fundación “Ganamos Todos”, confiaron en nosotros (Alejandro Arellano, saltador paralímpico y yo) y decidieron apoyarnos en nuestra preparación para los Juegos Parasuramericanos Santiago 2014. Este ha sido el mayor apoyo que he tenido durante los seis años que llevo corriendo.
Muchos preguntan si la vida me ha cambiado después de los Juegos o cuántas ofertas me han llegado por ser medallista de oro; les explico que no ha sido así, pero no pierdo la fe en que el apoyo y la ayuda llegarán pronto.

 ¿Cómo podrías definir el concepto de alto rendimiento?

Ser un deportista de alto rendimiento es estar dedicado ciento por ciento al deporte. Es dedicar tu vida a entrenar, que todo  gire en pos de tu deporte, es alimentarte, descansar, todo para que tus entrenamientos y tu rendimiento mejoren. Muchas veces es dejar todo  de lado para representar a tu país: familia, amigos, fiestas y casi siempre profesión y trabajo.  Es paradójico pensar que no se puede vivir del deporte, pero tampoco se puede ser deportista de alto rendimiento y desarrollar tu profesión.


¿Qué te pareció el fenómeno que se produjo con los Juegos Suramericanos y los Juegos Parasuramericanos?

Es difícil no pensar negativamente, pero siento que nos falta mucho como país  en todo lo relacionado al deporte convencional y paralímpico. Pero es nuestro deber el pensar positivamente y sé que estamos mejorando. Es lindo sentir que tu gente está ahí apoyándote; mi familia nunca había tenido la bendición de estar junto a mí en un  gran evento internacional y eso me hizo feliz. Sé que Chile ha crecido deportivamente, tenemos mejor infraestructura gracias a los juegos y un poco más de cultura deportiva, pero no quiero que nos quedemos ahí, ahora es el momento de seguir mejorando mucho más.

¿Qué impactos han tenido para el movimiento paralímpico los rutilantes triunfos de Cristián Valenzuela?

 Yo siento que si bien el movimiento paralímpico no es Cristián Valenzuela, -como decía un titular de los Juegos-, él si es quien nos representa. Gracias a Cristián  somos más reconocidos, tenemos más beneficios  y  mayor cobertura.  Los deportistas paralímpicos le debemos mucho por  este gran crecimiento del movimiento paralímpico. Yo lo admiro, es el máximo ejemplo del deporte nacional. Con sus triunfos nos demuestra que sí se puede lograr ser campeones. Creo que los chilenos deberíamos sentirnos más que felices de tener un campeón como él, y si todos ponemos de nuestra parte, pueden existir más Cristianes Valenzuela en Chile y ojalá el deporte paralímpico algún día sea mirado igual que el deporte olímpico como en otros países.

 
Descríbenos los pormenores de la medalla de oro que conseguiste en los 800 mts.?

La   medalla de oro que gané en los juegos Parasuramericanos Santiago 2014 es la coronación de mucho esfuerzo, lágrimas, derrotas y alegrías. Es el resumen de todos estos años de carrera deportiva, es el premio más hermoso en estos seis años, desde que di mis primeros pasos en este mundo del deporte y decidí ser parte de él.
Previo a los Juegos Suramericanos -cinco meses antes- tomé la decisión de cambiar de entrenador. Fue un paso difícil de dar y pasé a ser parte del equipo del profesor Ricardo Opazo, que en ese entonces era el entrenador de Cristian Valenzuela y que actualmente es el entrenador oficial de la selección nacional de atletismo paralímpico. Ese gran paso fue lo que me llevó a esa tan anhelada medalla. Hicimos un buen trabajo de equipo con mi entrenador, mi guía Francisco Muñoz y yo. Nos concentramos en el mes de febrero en la ciudad de México y todo se dio perfecto, gracias a la confianza de mi entrenador y  del comité paralímpico también.

Sabíamos que íbamos por medalla, pero yo no tenía muy claro cuál. Tenía temor en no poder controlar la ansiedad, miedos y algunos conflictos que no nos dejaron muy tranquilos los días previos a la competencia. Sin embargo,  logramos dejar todo eso de lado y confiamos en el trabajo que veníamos realizando. El mismo día de la competencia, recién supimos quiénes serían nuestras rivales y ahí confirmamos que íbamos para plata o para oro y que eso iba a  depender únicamente de nuestro desempeño en la pista.

Ese día nunca lo olvidaré, fue un día único. Nunca olvidaré a mi familia gritando por mí, todos felices, haciéndome sentir que era la mejor… fue hermoso. Me paré en la pista concentradísima -ese domingo 30 de marzo-, dejé de escuchar a todo el mundo y luego de ese gran disparo, no supe nada más del mundo real. Fueron los minutos más míos que jamás había vivido y solo cuando llegué a la meta supe que habíamos ganado. Fue una de las alegrías más grandes y hermosas de mi vida, rompí en lágrimas y no atiné a nada más, no me importaban los medios, las cámaras, nada.  Solo pensaba en lo merecida que era esa medalla para mí y en lo feliz que estaba, me costó mucho asumir la realidad  y hasta el día de hoy me cuesta.
Esta medalla me ayudó a creer en mí, a darme de cuenta que sí soy capaz de lograr lo que quiero y que Dios me ama muchísimo. Todo se lo debo a él, a mi familia, principalmente a mi madre y a Alejandro, mi mejor amigo, compañero y pololo, que me trajo a esto seis años atrás.

 ¿Cuál es el actual nivel del atletismo paralímpico suramericano?

 El atletismo parasuramericano es de muy buen nivel. Si nos damos cuenta tenemos a grandes potencias del continente: Brasil, Venezuela y Colombia. Ellos son muy fuertes y no tan solo a nivel suramericano o panamericano, sino que a nivel mundial, y vaya cómo hacía falta que se realizara la primera competencia parasuramericana oficial, para que así siga creciendo mucho más el movimiento paralímpico en Sudamérica.

  ¿Qué le falta al deportista chileno para lograr triunfos en el contexto internacional?

Pienso que falta orden en el deporte en general, pero mucho más en el deporte paralímpico, que es un movimiento que está en pleno desarrollo. Pero estamos creciendo rápidamente. Nos falta apoyo, tanto económico como cultural, y los chilenos todavía no conocen el deporte paralímpico. Somos un país donde solo un deporte es el que importa y los demás pasamos a segundo y tercer plano. Creo que no somos un país deportivamente unido. Nos falta mentalidad, creernos el cuento, saber y sentir que somos los mejores; la actitud hace mucho.

 ¿Cuál es tu opinión de la creación del Comité Paralímpico de Chile?

 Siento que era algo que nos hacía mucha falta como movimiento; estábamos muy solos. La creación del Comité Paralímpico nos da muchas esperanzas. Debería haber un mayor orden, una mejor preparación y deberíamos dejar de ser el hermano chico del deporte olímpico y pasar a ser pares.  Confiamos en los dichos del Gobierno, de que exista una línea de financiamiento directa para nosotros, para que el deporte paralímpico crezca mucho más. 

 ¿Cómo adviertes la creciente inserción de las mujeres en diversas disciplinas deportivas?

Creo que cada vez somos más las mujeres que nos atrevemos a ser deportistas; tengo la fe de que algún día seremos muchas más y ya no existirá esa brecha tan grande tanto en el deporte convencional como en el paralímpico. Donde, en un futuro cercano, no tengamos que quedarnos con menos disciplinas por la poca demanda de mujeres en el deporte. Para ser deportistas hay que ser  valientes y eso es algo que nos caracteriza a las mujeres.

 ¿Qué te parece una mujer como ministra del Deporte?

 Me parece buenísimo que quien nos represente en el deporte sea una mujer, no tengo mucho conocimiento de sus talentos ni virtudes para ser la ministra del Deporte, pero lo que he podido compartir con ella hasta ahora me parece bien y espero que pueda cumplir con todas nuestras expectativas.

 En Chile el sedentarismo de la población supera fácilmente el 90%. ¿Cuál es tu visión respecto a una enfermedad crónica incrustada en nuestra sociedad?

Es una pena terrible, no sólo por el área del deporte, sino por la mala salud que implica eso. Tengo la esperanza de que eso vaya disminuyendo con el pasar del tiempo: cada día más personas le toman el gustito al deporte, espero que no nos quedemos solo en eso y aprendamos a ser más saludables en todo. Que aprendamos a comer, que seamos más deportistas y que criemos mejor a nuestros hijos desde pequeños, en un mundo mejor y más sano, para que aprendamos a querernos y valorarnos más. Para que esto mejore, nosotros debemos dar el primer paso; yo sé que es un tema conflictivo, pero esto va mucho más allá que  salir a trotar algunos días a la semana. Todo parte por uno mismo: si tú cambias, ya estás cambiando el mundo.

¿Podrás compartir tu mejor anécdota?

 No sé si es mi mejor anécdota, pero es la que siempre se me viene a la mente. En  mis primeros años, solía mucho ir a corridas en calle, y como estaba recién partiendo, no tenía un guía aún, así que un día llegué a la corrida nos acercamos al animador y le pedimos si podía decir por el micrófono que yo necesitaba un guía. Bueno, cuento corto, llegó un joven  que iba a competir por primera vez, practicamos un poco lo de la cuerda y el braceo antes, y ya, partimos. A los cincuenta metros de la largada había una pendiente  y él (Sebastián Valdés) me dice: ¡Pendiente ahora! Y me caí a los cincuenta  metros que llevábamos corriendo juntos, porque no me dijo  si la pendiente era hacia arriba o hacia abajo…Yo siempre pensé que la pendiente era hacia abajo, pero no. Y me caí… Desde ese entonces Sebastián y yo aprendimos lo importante que es dar bien las indicaciones. Luego de eso corrimos durante cuatro años juntos y ha sido uno de los mejores guías que he tenido.

viernes, 18 de julio de 2014

Más que un juego, una profesión


Tal como su posición en la cancha, pareciera algo mentirosa la dimisión de Jorge Valdivia a la selección nacional. Curiosa y excéntrica –como su personalidad– es también la forma de hacerlo a través de una cuenta de Twitter. No obstante, su historial indicaría que con un par de guiños, arrumacos y ruegos de la dirigencia o del entrenador, el volante perfectamente podría volver a ceñirse la camiseta de Chile para la Copa América 2015. Si no es así, se despide de la "Roja" un superdotado del fútbol que increíblemente desaprovechó y se farreó su grandísimo talento. Lamentablemente, el "Mago", en sus nueve años como seleccionado chileno, sólo entregó porciones de su virtuosismo y para muchos quedó al debe con su cometido en el equipo de todos.

Curiosamente, Marcelo Bielsa y Jorge Sampaoli en Sudáfrica 2010 y Brasil 2014, respectivamente, lo utilizaron en el centro de la ofensiva y no en la posición que más domina y le acomoda, que es la de habilitador y lanzador. De acuerdo con esto, los resultados de su rendimiento eran esperables; sin embargo, el ex Colo-Colo igual se las arregló para anotarles a los australianos en la última justa planetaria del balón.    

La canción de Mauricio Redolés dice que el copete mató a Gaete, pero también el copete y el carrete han aniquilado  a tanta promesa futbolística en el mundo.

En un paseo por la carrera de Jorge Valdivia, es imposible no acordarse de sus episodios de indisciplina, polémicas que se iniciaron en la Copa América de 2007 con el "Puerto Ordazo" y que se continuaron con los episodios del “Tavelli” y el “Bautizazo” rumbo a Brasil 2014.

El locuaz volante criollo no quedó conforme con sus 94 minutos en Brasil 2014 y decide dar un paso al lado con las disculpas correspondientes por los exabruptos cometidos. Finalmente, su merma física le pasó la cuenta a la hora de la alta competencia y rara vez estuvo disponible y a punto para disputar un partido completo. Lamentablemente, en el esquema de Jorge Sampaoli no sirven jugadores de medio tiempo.

Convengamos en que al ex volante del Palmeiras siempre le resultó fácil jugar a la pelota y quizás por eso no calibró que el fútbol, más que un juego, es una profesión.

martes, 15 de julio de 2014

La historia ya está escrita


Se acabó la justa más importante y políticamente la más poderosa del deporte mundial. Lo de justa es hasta por ahí no más, porque el actual sistema de sorteo está más arreglado que caja de tomates y sigue estando muy sujeto a los intereses de los organizadores. ¿Cómo olvidar la imagen del secretario general de la FIFA escondiendo los papelitos? Digan lo que digan, no es lo mismo enfrentar en la fase de grupos al actual campeón y vicecampeón del mundo que  a  Suiza, Ecuador y Honduras. ¿O usted todavía cree que ha sido obra de la casualidad, el que nos hayamos tenido que enfrentar  a los brasileños en nuestras últimas tres presentaciones mundialistas? El 99,9% de las probabilidades indica que Brasil le gana a Chile en un Mundial de Fútbol.  
Se entienden las variables del negocio y de los intereses creados detrás de él, pero no se puede seguir des-democratizando un campeonato al que se le denomina del mundo. Chile estuvo a un tris de dar el gran batacazo del Mundial, sin embargo la falta de temple y la falta de experiencia en instancias definitorias conspiraron frente al scratch más dócil de todos los tiempos. 

Lo que empezó mal para Brasil, terminó peor con un cuarto lugar y con dos morrocotudas humillaciones en el cuadro final. Definitivamente, prestar la casa para la fiesta no ha sido una buena idea para los brasileños. La herida del “Maracanazo” de 1950  se  reabrió profunda y dramáticamente con esta nueva y dolorosa afrenta. Los holandeses, en tanto, se llevaron merecidamente el tercer lugar y por fútbol debieron disputar la final con los germanos. Pese a que los tulipanes hicieron un buen campeonato, otra vez vuelven a casa sin el oro.

Alemania es el justo campeón de Brasil 2014, porque nadie combinó tan bien lo táctico, lo físico y lo técnico. El equipo teutón brilló con su preciso funcionamiento de conjunto, lo opuesto a un combinado argentino que depositó sus esperanzas en los pies de un genio que demostró que  era de carne y hueso: Lionel Messi. Los trasandinos deben sentirse muy satisfechos con el subcampeonato alcanzado, porque llegaron a la final  a través de  llaves absolutamente accesibles y con lo futbolísticamente justo. La condescendencia de la Sra. FIFA y el premio que le otorgó a Messi como “El mejor jugador del campeonato” más parece un favor político que otra cosa.

El deporte, en todas sus disciplinas, siempre será una fiesta y así se vivió el  Mundial en las oficinas, en las escuelas, en las universidades y en todas partes de nuestro país. Seguramente, el recibimiento a la Selección Nacional usted lo consideró algo showinista al tratarse de un noveno puesto, pero también tenemos que aprender a ser felices y a no andar con la cara larga todo el día. ¡El fútbol es la cosa más importante de las menos importantes!

De acuerdo a los rivales que enfrentó, Chile hizo un correctísimo Mundial y si bien llegó hasta octavos de final como en sus expediciones anteriores, esta vez dio un paso en la calidad de su fútbol. La historia ya está escrita –y que me perdonen muchos estadísticos– pero en la cancha Brasil no fue el cuarto del planeta y Chile tampoco el noveno.

viernes, 4 de julio de 2014

Sin pirotecnias


Siempre he sido un defensor de nuestra identidad, de nuestros ídolos del deporte y del reconocimiento que se les debe hacer en vida. Es así como muchas veces he postulado -desde mis tribunas- el rebautizo del Court Central del Estadio Nacional por los nombres de Nicolás Massú, Marcelo Ríos o Luis Ayala. Asimismo, aplaudí cuando el Estadio de Recoleta se pasó a llamar Leonel Sánchez Lineros y el de Playa Ancha como Elías Figueroa Brander. Sin embargo, me parece de un oportunismo político cuando se bautizan las calles con los nombres de futbolistas que recientemente destacaron en el Mundial, pero que finalmente resultaron novenos del mundo. En ese contexto, me asalta la duda del porqué en Conchalí las autoridades no podrían apurar una calle o avenida con el nombre de Cristián Valenzuela, en Puente Alto con el de Carolina “Crespa” Rodríguez y en Maipú con el de Herman Rodolfo Arias (y otros deportistas de las distintas comunas y regiones del país). Desde mis programas en radios comunales, me he podido dar cuenta de que las autoridades -en muchos casos- no saben de la existencia de deportistas de alto rendimiento, de artistas y músicos destacados en sus jurisdicciones.

Todos estos abrazos, palmetazos y pirotecnias rozan con el uso del deporte y de su utilización como moneda de cambio político, que sirven únicamente para meter un poco de bulla. Más que calles y avenidas, los deportistas chilenos deberían ser retribuidos con alguna pensión digna a la hora del retiro, con puestos de trabajo y con cargos importantes en los departamentos correspondientes de sus municipalidades u otros. Sería ideal que nuestros grandes referentes pudiesen traspasar sus experiencias, conocimientos y legado a las nuevas generaciones del deporte. Ojalá que quienes rigen el deporte no prescindan el día de  mañana, del aporte  del  “Bombardero” en La Reina, del “Chaleco” López en Teno, de la Ducó en San Felipe, de la Van Lamoen en Arica y del “Niño Maravilla” en Tocopilla.

El capitán Claudio Bravo, en tanto, llamó a la cordura y manifestó su incomodidad ante tanto aplauso y homenaje gratuito: “Yo entreno para conseguir algo y es el sentimiento de mis compañeros. Ahora en la Copa América hay expectativas distintas, estamos hablando de ganar algo algún día y para eso trabajamos, para que Chile algún día levante un título, porque ahora celebramos cosas como el orgullo y el sacrificio y pienso que ahí nos equivocamos un poco”. Sobrio y certero, como el Mundial que jugó. Sin pirotecnias.

lunes, 30 de junio de 2014

Lo dejaron todo en la cancha



Sí, los tuvimos en las cuerdas, los hicimos sufrir y a ratos los dejamos en ridículo ante su público. Pero lamentablemente no los noqueamos.

La historia pudo ser tan distinta si hubiese entrado esa pelota de Pinilla o quizás si Jorge Sampaoli no hubiese mandado a Jara a definir una serie tan importante. Bueno, también si mi abuelita hubiese usado bigotes, hubiese sido mi abuelito. Lo cierto es que no supimos cómo engullirnos a un Brasil inocuo, sin ideas y absolutamente inofensivo.

Tal como presagiaban los especialistas, Chile le iba a hacer pasar un mal rato al dueño de casa y así fue no más. Sin embargo, nuestra impericia en instancias definitorias nos pasó la cuenta. Tampoco hay que olvidarse de que Brasil es un combinado que ha jugado todas las Copas del Mundo y que históricamente se ha tuteado con la presión y con las finalísimas. Nosotros, en tanto, comenzamos a conjugar el verbo competir a partir del proceso Marcelo Bielsa. Algo atrasados, pero parece que estamos aprendiendo las lecciones.

Chile realizó un correcto Mundial y no hay doble lectura al respecto. Se le ganó con algo de nerviosismo a Australia en el debut, se derribó a una potencia como España y se cayó en la lucha con los holandeses. Convengamos en que  la “Oranje” condicionó el desarrollo y el liderato del grupo B con la goleada que les propinó  a los españoles en el primer partido de la fase. Para evitar a Brasil, la “Roja” debía ganarles a los crecidos tulipanes por dos goles de diferencia.

En pedir no hay engaño y queríamos ser primeros del grupo, pero nos tocó enfrentarnos con los actuales campeones y vicecampeones del mundo y después con el anfitrión del torneo. Como nunca, jugando en el extranjero se clasificó anticipadamente y con holgura a una segunda ronda. Muchos daban por ganado el partido ante Holanda y pocos o casi nadie imaginó un triunfo tan rutilante ante España. Un equipo que supuestamente viene en “bajada”, pero que cuenta con jugadores que ganaron los torneos más importantes de clubes en  Europa. 

Esta pasada por octavos de final en Brasil 2014 no fue igual a la de Francia ’98 y Sudáfrica 2010. Así como lo hizo en la “U”, Jorge Sampaoli logró trasuntarles a sus pupilos todo el amateurismo, el sacrificio y la rebeldía con que mira  la vida y el fútbol. ¿Dígame si no le dio gusto ver a Chile como el gato maula  y a sus rivales como el mísero ratón? 

Cómo no referirse a las épicas actuaciones del arquero Claudio Bravo, a quien le faltaban estos partidos consagratorios jugando por la selección chilena. También a un Gary Medel que puso lo que hay que poner en una Copa del Mundo y que salió con su pierna a la miseria de la batalla del Mineirao. Mismo caso para un Arturo Vidal que, a un 60% de sus capacidades, arriesgó su salud para estar presente en el Mundial. La consagración también llegó para Charles Aránguiz y Alexis Sánchez, dos jugadores que le ganaron a la vida a punta de talento y sacrificio y que descollaron en la máxima planetaria del balón.  

En la hora de las evaluaciones, también sería bueno preguntarnos quién podría ser el continuador del trabajo de Jorge Sampaoli en caso de que el trasandino no siga al mando de la selección nacional.

Es cierto, quedamos en el camino y no se superó la marca de las últimas presentaciones mundialistas, pero más temprano que tarde venceremos a la historia y también a nuestros espectros futbolísticos. Por ahora, un aplauso para estos gladiadores chilenos que, en el intento, lo dejaron todo en la cancha.

miércoles, 16 de abril de 2014

¡Grande, Don Elías!


En los recientemente finalizados y bien organizados Juegos Suramericanos, se aplaudió y se celebró el reconocimiento a Marlene Ahrens, Nicolás Massú  e Iván Zamorano, pero también se extrañó una mención al boxeador Ricardo Araneda, campeón de los Odesur en 1990, 1994  y 1998. ¿Simplemente mala memoria?

Asimismo, la semana pasada  falleció en el más profundo de los silencios, el ex boxeador Julio Gómez Vásquez. El excelente púgil fue campeón nacional amateur 1972 y como profesional  fue campeón de Chile de peso welter en 1975. Realizó 24 peleas en Estados Unidos. Dentro de sus títulos más resonantes destacaron  los "Guantes de Oro" en Chile y el "Cinturón de Diamantes” que consiguió en la tierra del Tío Sam. Poca difusión en la hora del adiós de un grande del deporte de los puños.

En julio de 2008, el Estadio Nacional se rebautizó como Julio Martínez Pradanos. Lamentablemente, la idea se gestó con el deceso de Jotaeme en enero del mismo año. ¿No le parece una distinción algo tardía? ¿Se pudo hacer algo antes?  Sí. El Estadio San Carlos de Apoquindo tiene una tribuna con el nombre de Sergio Livingstone Pollhammer, no obstante el “Sapito” merecía un mejor homenaje de parte de la institución cruzada. La UC en este aspecto, tiene una deuda con sus máximos referentes. Esto que lo diga el también arquero Patricio Toledo.

Asimismo, el court central de tenis del Estadio Nacional espera su rebautizo como Marcelo Ríos Mayorga, Nicolás Massú Fried o Fernando González Ciuffardi. También merece llamarse Luis Ayala Salinas o Anita Lizana de Ellis. ¿Qué esperan las autoridades?

Dicen que la justicia tarda pero llega, y este año el Estadio Playa Ancha de Valparaíso pasó a ser “Elías Figueroa”. Este podría considerarse el mayor estímulo que ha recibido el ex zaguero internacional en Chile. Es así como, la semana anterior, “Don Elías" fue el gran protagonista en la inauguración del nuevo Estadio "Beira Río" del Internacional de Porto Alegre. El tres veces “Mejor de América” recibió un apoteósico homenaje en el recinto que será una de las sedes de la Copa del Mundo Allí se recordó uno de los más grandes tantos del chileno y una de las piezas de museo del fútbol mundial: el "gol iluminado", un gol de culto que le dio el título al Inter de Porto Alegre en 1975 y que, hasta el día de hoy, el pueblo brasileño recuerda con cariño y emoción. ¡Grande Don Elías!