viernes, 15 de junio de 2012

Con gusto a caipirinha



La “Roja” se encaramó en la cima del continente y quiere puro repetirse el plato en una cita planetaria.  Acuérdese de que esa gracia la hicimos únicamente el ’62, cuando fuimos  locales y el ’66 cuando se clasificó -por vez primera- con sistema de eliminatorias.
¡Con cuatro cupos y medio y sin Brasil en el camino! ¿Cómo no vamos a ir al Mundial?
Las metas son posibles de alcanzar cuando hay con qué y Chile hoy cuenta con una de sus hornadas más estelares. Es tal la bonanza del balompié criollo, que se prescinde de jugadores que caen parados en cualquier oncena: Mauricio Pinilla, Fabián Orellana, Carlos Villanueva, Luis Jiménez, Felipe Seymour, David Pizarro, Marco Estrada, Gustavo Canales, Esteban Paredes y Jhonny Herrera.
Pero fíjese que siempre le buscamos la quinta pata al gato: que el Mundial del ’62 fue el peor de la historia, que la Sudamericana es más “penca” que la Libertadores, que la Chile 2012 le gana al Colo ’91 y ahora que el “Bichi” tiene mejores números que el “Loco”.  Pucha qué bueno que Borghi supere a Bielsa y que mañana Sampaoli o Pellegrini también mejoren lo que hizo el actual coach. ¿No le parece?
En esta inédita coyuntura, la “U” campeona sudamericana le ha dado una manito a la selección.  Asimismo, el ballet tiñó de azul a nuestra escuadra en la justa de 1962 y Colo-Colo ’73 fue la base para el Mundial de Alemania 1974.
La pléyade universitaria cayó del cielo tras la marginación de Gonzalo Jara, Jean Beausejour, Carlos Carmona y Jorge Valdivia. Es que el periplo por Bolivia y Venezuela fue tan halagüeño que ya nadie echa de menos a los dicharacheros cracks.
Súmele a ello la resurrección de Matigol, el bombástico retorno de Arturo Vidal, los goles de Charles Aránguiz y el cerrojo que Claudio Bravo le puso a su puerta.
Pese a que algunos insisten en celebrar antes, a Chile le estarían faltando 12 puntos para clasificar a Brasil 2014. Con seis partidos restantes por jugar de local (Colombia, Argentina, Uruguay, Bolivia, Venezuela y Ecuador), pareciera que ya podemos tomarle el gustito a la caipirinha y ver a las garotas un poquito más de cerca.