jueves, 19 de noviembre de 2020

Esta "Roja" no rueda al Mundial

 

En sus casi tres años al mando de la “Roja”, no recuerdo un gran partido dirigido por Reinaldo Rueda. Quizás el triunfo ante Colombia en la Copa América 2019 o el último duelo ante Uruguay en el Centenario y paremos de contar.

En el actual contexto, se lamentan sobremanera las ausencias de Charles Aránguiz y Gary Medel. Asimismo, las nuevas piezas se están fogueando con la generación dorada en las grandes lides y no se les puede pedir un rendimiento inmediato.

Es cierto que Venezuela ya no es la comparsa del continente y que a Brasil le costó bastante ganarles, pero tampoco se estaba enfrentando a Alemania, para plantearse con tanta cautela.

Es un constante que los equipos rivales, abran y cierren el marcador. Eso habla de un equipo pasivo y reactivo como su técnico. Acuérdese del tercer lugar en Copa América frente a Argentina y los duelos clasificatorios ante Uruguay, Colombia y este último ante la vinotinto. La génesis del estratego colombiano es defensiva y por lo mismo, sus equipos los para de atrás para adelante. Entonces, no le pidamos peras al Olmo.

Este partido había que ganarlo, porque era una plaza históricamente accesible. Nunca se había caído en Venezuela, pero Rueda ya comienza a batir estos tristes récords y así como vamos, vendrán otros peores. ¿Adónde va a ir buscar puntos de visita? ¿Buenos Aires, Río de Janeiro, Barranquilla, Asunción o Quito? Quedaría La Paz y Lima y olvídese que se la van a hacer fácil. ¿Y en casa ganará todos los partidos que le quedan?

Don Reinaldo, nadie le pide que sea un loco u obsesivo como Bielsa o un hiperactivo como Sampaoli, pero por último que aleteé, mueva los brazos, gesticule o grite y que no se quedes con los brazos cruzados mientras alguien se ahoga en el mar. Usted tiene trayectoria, pero acá es otra mariposa y creo que la camisa le quedó grande.

En sus casi tres años al mando de la “Roja”, no recuerdo un gran partido dirigido por Reinaldo Rueda. Por eso, cuando me preguntan les respondo: "Esta “Roja" no rueda al Mundial". 

viernes, 16 de octubre de 2020

Don Reinaldo ¿Cómo vamos a recuperar los puntos perdidos?

 

Para ir al Mundial de Catar, no nos alcanzará con quince minutos de lucidez y genialidad de Arturo Vidal y Alexis Sánchez en cada partido de las Clasificatorias. La Selección de Colombia pisó la pelota este martes pasado en el Estadio Nacional y a ratos la dejó chiquitita. 

La primera estocada llegó a los seis minutos, tras una errática salida de Sebastián Vegas, aprovechada por el lateral derecho Stefan Medina, quien centró con precisión para el cabezazo libre de Jéfferson Lerma.    

La escuálida oferta ofensiva nacional, obligó a Alexis a retrasarse para poder  autoabastecerse. La falta de un lanzador, también desconectó la sociedad con Eduardo Vargas. Ambos delanteros luchan en sus propias parcelas y los esfuerzos son tremendamente dramáticos.

Charles Aránguiz tuvo una noche para el olvido. El “Príncipe” echa de menos a Chelo Díaz o a Erick Pulgar, porque la tarea de contener y crear, no es tan fácil para que la resuelva un solo volante.

A finales del primer tiempo, hubo una pequeña ráfaga de Chile, que le permitió dar vuelta el partido con el penal a Arturo Vidal que se cobró con VAR y el tanto de Alexis Sánchez. Todo esto se produjo en un lapso de cuatro minutos.

La “Roja” se refugió en el segundo tiempo y por lo mismo, el tanto del empate parecía inminente. Colombia encontró la paridad gracias a Radamel Falcao García a los noventa minutos, quien aprovechó en el centro del área un envío potente desde el sector izquierdo. Otro gol en las postrimerías del encuentro, que demuestra un afloje psicológico de los jugadores, pero principalmente de la banca.

Reinado Rueda es un entrenador intrínsecamente defensivo y pareciera que no hay nada que hacer ante eso. Un poco antes del tanto del “Tigre”, el estratego había reemplazado a Eduardo Vargas por el defensa Nicolás Díaz. Arroparse está en su ADN futbolístico. 

Señora, señor, me considero un detractor del entrenador Reinaldo Rueda, porque en casi dos años y medio al mando de la Selección Chilena, no lo he visto cinco partidos buenos. Tampoco me di vuelta la chaqueta por la digna presentación que hizo la "Roja" en Montevideo. También sé qué en algunos puestos, el entrenador coloca lo que hay y como dice Alexis, no se ve a los que vienen desde abajo. ¿Cuál ha sido el gran proyecto de la ANFP para darle tiraje a la chimenea? ¿Cómo nos ha ido en los Sudamericanos Juveniles?

Don Reinaldo, sé que todo no es de su responsabilidad, pero jugando en casa no tenga miedo y no eche el equipo para atrás. Acaso ¿Va a ir a buscar los puntos perdidos a Argentina, Brasil, Ecuador y Perú?

miércoles, 13 de mayo de 2020

El proceso de Marcelo Bielsa


El escándalo de algunos seleccionados chilenos en la Copa América de Venezuela 2007, fue el detonante para que el presidente de la ANFP Harold Mayne-Nicholls (27 de junio), decidiera terminar con una etapa marcada por la indisciplina en la “Roja”. El dirigente quiso dar un golpe a la cátedra al anunciar la contratación del entrenador argentino Marcelo Bielsa en agosto de 2007: “Si se quiere tener un técnico de nivel, es necesario invertir. Eso es lo que hemos hecho, apostar por un entrenador de marca mundial para que nos ayude a salir adelante”.
Desde aquel día, el estratego rosarino tuvo la misión de refundar un fútbol alicaído y con un estigma de fracaso e inconducta. Marcelo Bielsa comenzó su ciclo con el escepticismo del medio periodístico criollo, que a través de la voz de Juan Cristóbal Guarello, vaticinaba lo siguiente: “Un hombre no va a cambiar cien años de realidad. A no sobrepasarnos con las expectativas porque es sólo un buen entrenador de fútbol y no un Súperman”.
En poco tiempo, el “Loco” impuso su filosofía y se ganó el respeto del medio futbolístico, se destacó por su gran liderazgo, disciplina y alta estrategia. Su bosquejo táctico 3-3-1-3, siempre ofreció velocidad y verticalidad. 
A lo largo de las Clasificatorias rumbo al Mundial Sudáfrica 2010, la escuadra nacional se convirtió en un rival irrespetuoso que no claudicó en su ímpetu por atacar, arriesgándolo todo en busca de la victoria. El segundo tiempo de Chile frente a Uruguay en el Estadio Centenario de Montevideo, cuando el engranaje rojo se empezaba a aceitar con los ejecutantes: Hugo Droguett, Carlos Villanueva y Matías Fernández. Sus jugadas de laboratorio, tuvieron como broche de oro, las acertadas estocadas de Marcelo “Matador” Salas. El partido terminó empatado a dos tantos, pero inéditamente la escuadra nacional ponía de rodillas a los charrúas en su propia casa.
Asimismo, ante Bolivia en La Paz (2-0), el tridente de ataque (Jean Beausejour, Humberto Suazo y Alexis Sánchez) lideró una maciza presentación. Gary Medel materializó este triunfo con un doblete.
La “Roja” cerró la primera rueda con una gran presentación en Venezuela (3-2), en un partido de alta intensidad, que tuvo premio en el último minuto del encuentro a través de un latigazo del delantero Humberto “Chupete” Suazo. La ronda de revanchas, exhibió un rendimiento superlativo de Chile con los  categóricos triunfos en Lima (3-1) y Asunción (2-0). En Perú, brilló Alexis Sánchez, quien le dio un baile al defensor Juan Manuel Vargas. El triunfo en Paraguay, mandó al baúl de los recuerdos al célebre gol de Patricio Yáñez de 1981. La clasificación en Colombia, selló la clasificación al Mundial de Sudáfrica con las consagratorias actuaciones de Fabián Orellana y Jorge “Mago” Valdivia.
La táctica ofensiva, también tuvo sus grietas en los partidos de local frente a Paraguay (0-3), Brasil (0-3), Uruguay (0-0) y Venezuela (2-2).
Asimismo, el Mundial de Sudáfrica 2010 se convirtió en la revancha del adiestrador, tras la espina del torneo asiático de 2002 dirigiendo a la selección albiceleste, cuando impensadamente quedó eliminada en primera fase.
Chile aterrizó en el Mundial de Sudáfrica con el mejor rendimiento histórico logrado en clasificatorias. La  novel camada de Chile, marcó hitos como el primer triunfo en una cita mundialista después de aquel lejano 1-0 sobre Yugoslavia por el tercer puesto del Mundial de Chile 1962. La clasificación a segunda ronda en ese mismo torneo, también rompió con doce años de sequía sin pasar a esa fase.
En resumen, Marcelo Bielsa le puso fin a las historias de derrotas del balompié chileno, aquellas que produjeron por tanto tiempo las burlas de las selecciones del Atlántico. El coach trasandino, extirpó el juego ingenuo, especulativo e insulso, a través de una dinámica basada en la planificación y en el despliegue físico de los interpretes de su esquema ultraofensivo.
¿Cuántas veces los técnicos chilenos se excusaron de que no tenían jugadores en determinados puestos o que habían imprescindibles e inamovibles en la cancha? Nada más alejado de las variables tácticas del ex D.T. de Newell´s, quien demostró que el croquis táctico está por sobre los nombres.
Para Bielsa, el azar y la improvisación no existen y tal como lo hizo en Argentina, recorrió todos los estadios chilenos, así justificó la inversión realizada y tapó las bocas de aquellos que inicialmente cuestionaron su contratación. Ha pasado una década desde su partida, mucho dicen que no ganó nada acá, pero el hincha no lo olvida, porque a un maestro siempre se le recuerda con cariño.