martes, 29 de noviembre de 2016

Todos somos Chapecoense



Los que no son peloteros no saben cuánto nos duelen estas tragedias, porque el fútbol es mucho más que once jugadores corriendo noventa minutos detrás de una pelota. El fútbol es amor, cuando seguimos a todos lados a nuestro equipo; el fútbol es placer, cuando le ganamos al clásico rival; el fútbol es una caricia, cuando la tocamos con efecto y con borde externo; el fútbol es dar, cuando le pasamos la pelota a un compañero que está mejor ubicado para  anotar un gol, y el fútbol es sentimiento, cuando nos aprieta el corazón y nos saca una lágrima al recordarnos las también tragedias aéreas del Torino de Italia en 1949, del Manchester United de Inglaterra en 1958, del Green Cross en 1961, del Alianza de Lima en 1987, del The Strongest de Bolivia en 1969 y de la Selección de Dinamarca en 1960 y de Zambia en 1993. La tragedia de Lima del 8 de diciembre de 1987 hermanó al club peruano con Colo-Colo, que cedió a préstamo al arquero José Letelier, al defensa Parco Quiroz, al volante Francisco Huerta y al delantero René Pinto. En dicho accidente murieron dieciséis futbolistas, cinco miembros del cuerpo técnico y cuatro dirigentes del club limeño. 

El café de la mañana fue el más amargo, porque iba a ser la historia linda del equipo chico ungido como grande. Esta era una historia que pintaba para hazaña, como la del Leicester en la Premier League o la de Chile en la Copa América Centenario. El destino quiso otra cosa, y el 29 de noviembre de 2016, Chapecoense de Brasil, finalista de la Copa Sudamericana, hizo su ingreso a los pastos celestiales por el túnel de la inmortalidad con Danilo, Gimenez, Bruno Rangel, Marcelo, Lucas Gomes, Sergio Manoel, Filipe Machado, Matheus Biteco, Cleber Santana, William Thiego, Tiaguinho, Josimar, Dener, Gil, Ananias, Kempes, Arthur Maia, Mateus Caramelo, Aílton Canela, y en la banca Caio Junior. Las rivalidades son válidas únicamente adentro de una cancha y el Atlético Nacional de Medellín le pide a la Conmebol, que le entregue el título al equipo brasileño. Quizás esto no recuperará las vidas malogradas, pero a su pueblo ayudará a mitigar el dolor. Hoy no somos carnaval, hoy todos somos Chapecoense.




miércoles, 16 de noviembre de 2016

Medio boleto al Mundial



En la semana leía cómo algunos medios escritos nacionales le hicieron queques y tortas a la Selección de Uruguay. En dichas columnas se hablaba de un terrible monstruo de dos cabezas que no solamente era capaz de asustar, sino de ultimar. Tales descripciones eran desoladoras, por lo que era mejor esconderse o ni siquiera aparecerse este martes por el Nacional. Los redactores ensalzaban a un equipo que había marcado en todos los partidos, el de la defensa más efectiva y un portero que había entregado el arco en cero en seis de once encuentros. Asimismo, machacaban la falta de finiquito de la oncena criolla, con tres de los últimos cuatro partidos sin visitar las redes contrarias.
La dupla goleadora celeste compuesta por Edinson Cavani y Luis Suárez,  aterrizaba con su dinamita en el feudo del bicampeón de América, ahí  donde un día pasaron sin pena ni gloria los Maradona, Romario, Ronaldo, Rivaldo,  Ronaldinho, Messi y hasta Zidane.
En la cancha, el maestro Óscar Washington Tabárez le ganó la pulseada táctica a Juan Antonio Pizzi en el primer tiempo, con la presión de sus delanteros y el festival de imprecisiones de la retaguardia nacional. Así llegaría el gol de Edinson Cavani a los 16 minutos y también el silencio en el Julio Martínez Pradanos. No había por dónde, hasta que Jean Beausejour sacó un centro que conectó de cabeza Eduardo Vargas a los cuarenta y siete minutos del primer tiempo. Un gol que descolocó a Uruguay y que reordenó el naipe de cara a la segunda fracción.
La segunda manga arrancó con un Alexis Sánchez  inspirado y decidido a no dejar pasar la oportunidad de graduarse definitivamente de crack con la camiseta roja. El tocopillano comenzó a ganar terreno en una posición más retrasada, para luego posicionarse en todo el frente del ataque  einscribirse con dos tantos que lo instalaron en la segunda posición de los goleadores históricos con 36 dianas a uno del histórico “Matador” Salas.
Los resultados son los que mandan y en ese contexto la evaluación de “Macanudo” podría ser positiva tras la consecución de la Copa América Centenario y el equipo posicionado en zona de clasificación directa. No obstante, el juego de la Selección este año tuvo bastantes lagunas que redundaron hasta ayer en la falta de gol. Hay trabajo por delante, pero también hay tiempo de aquí a marzo para planificar y corregir ante Argentina y Venezuela. El partido de anoche no era cualquier partido, era uno de esos exámenes que cuando se aprueban, es como casi medio boleto a un Mundial.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Suda Sudamérica



En Sudamérica la experiencia de clasificar a un Mundial de Fútbol puede resultar fascinante, infartante pero también dramática y epopéyica. Definitivamente, estamos ante el torneo más fratricida y más interesante del mundo, incluso por sobre la Champions League o la Eurocopa. A tal punto de que cuando faltan siete fechas, Perú está octavo con 14 puntos con opciones de clasificar a tres puntos de Ecuador, que se posiciona en el cuarto sitio –en zona de clasificación directa– y de Chile, que está quinto, en zona de repechaje –en esa posición por diferencia de gol–, ambos con 17 puntos. Asimismo, un Uruguay con 23 puntos le respira en la nuca al líder, Brasil, con 24, y Colombia, que asoma al aguaite con 18 puntos en el tercer lugar.  
Este es un campeonato para guapos, donde no hay que llorar y donde el rey no recibe medallas ni coronas. Aquí  nadie sabe para quien trabaja, porque ni siquiera en casa los puntos se consideran seguros, y un empate como el de Barranquilla a veces vale más que un punto. Una igualdad que se concibió de una forma futbolística no muy ortodoxa, pero para ir a un Mundial hay que sumar unidades y cuando se clasifica, nadie pregunta si los partidos fueron feos o bonitos. Acuérdese de que el empate en Barinas, con Azkargorta en la banca, también sumó para ir a Francia 1998.
Bien Juan Antonio Pizzi cuando se “desacartona” y sigue sus propias convicciones tácticas. El “Macanudo” leyó defensivamente bien el encuentro, porque sabía que no podía quemar todas las naves ante un rival directo, y menos en condiciones climáticas que no favorecen el alto rendimiento. La inclusión de José Pedro Fuenzalida fue un total acierto en su doble rol de defensa y atacante. El jugador cruzado tuvo el triunfo en el segundo tiempo, cuando mandó ancha una pelota que habitualmente en sus pies se convierte en gol. Quizás el técnico debió arriesgar más en ataque con Valencia y Paredes, sobre todo cuando los cafetaleros también evidenciaban cansancio y fatiga. Las Clasificatorias son como la vida misma: un día se está arriba y al otro día abajo, pero siempre hay que volver a empezar. El martes se escribe otro capítulo frente a los charrúas, un rival a estas alturas clásico que cuando se le gana, es casi media clasificación a una cita planetaria. Las camisetas rojas tienen que volver a teñir el Nacional y las calles del país, porque Chile depende de sí mismo y porque tiene que recuperar el fútbol que lo ungió dos veces consecutivas como monarca continental. Aquí no regalan nada y no hay que descuidarse ni mirar hacia detrás, porque aquí en Sudamérica hay que sudar para ir al Mundial.

jueves, 3 de noviembre de 2016

Medio gol



Los “vecinos del barrio” se alborotaron tras conocer la sanción que recibió la Selección de Bolivia por alineación indebida del defensa Nelson Cabrera ante Perú y Chile en Clasificatorias. El oriundo de Paraguay tiene la nacionalización al día en Bolivia con sus tres años de residencia, pero la FIFA exige en sus estatutos un mínimo de cinco años.
Un mes después del confronte con los altiplánicos, la ANFP amparó su reclamo en el artículo 55 del código disciplinario que sanciona con derrota por retirada o renuncia, si un jugador participase en un partido oficial para el cual no sea elegible.
No se trata de que ahora que nos cayeron dos puntos extras la señora FIFA es justa y benevolente, pero los reglamentos son los reglamentos, y si en su liga usted coloca a un  jugador que infringe el reglamento, no pretenda que va a pasar piola y que los puntos no se los quitarán o se los darán a sus rivales. Acuérdese de que a finales de los ochenta nos hicimos los vivitos y nos castigaron al arquero de por vida y a una generación completa la privaron de ir a un Mundial. Asimismo, en esa eliminatoria hubo que ir calladito a jugar a Mendoza y prescindir de la ventaja que da la localía.
Los bolivianos saben de litigios y defenderán su posición en los próximos diez días ante el Comité de Apelación de la FIFA y el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), estableciendo que los reclamos deben ser presentados en un plazo máximo de 24 horas de concluido el partido. Sin embargo, el máximo regente del fútbol mundial está condenando el ilícito más allá de cualquier plazo de expiración que se haya estipulado originalmente en sus normativas. No obstante, el TAS tiene tres meses para modificar y rebajar sentencias y el puntaje de Chile podría estar sujeto a cambios.
Los argentinos se sienten perjudicados y acusan falta de representatividad ante la FIFA, porque esto no les sucedía cuando estaba Julio Grondona; pero, como en el tango, la lucha también es cruel y es mucha en las Clasificatorias Sudamericanas. Puntos más o puntos menos, Chile se jugará opciones directas de clasificación en los confrontes ante Colombia en Barranquilla y Uruguay en Santiago. El retorno de Esteban Paredes marca la sorpresa de la nómina y el reencuentro con una “Roja” que nunca olvidó su centro gol a Mark González en Sudáfrica 2010, el tanto del desahogo a México en la Copa América 2011 y la diana a los uruguayos en las últimas Clasificatorias.
Esteban Paredes no llega como el salvador del equipo, pero sus treinta y seis años traen la cuota de experiencia y jerarquía que se necesitan para este tipo de duelos. Esteban Paredes es medio gol y Chile lo necesita para continuar en el turbulento viaje a Rusia 2018.