jueves, 7 de agosto de 2014

Ahora o nunca


No veo televisión, pero me han contado que por estos días han finalizado unas cuántas teleseries. Una de ellas la protagonizó Jorge Sampaoli con su posible éxodo de la Selección Chilena de Fútbol. Un mensaje entre líneas que mandó el estratego por la cadena ESPN desató la trama y el suspenso con respecto a su continuidad en la “Roja”.

Nadie entendía eso del “compromiso moral” hasta la Copa América 2015, pero con la renovación de su contrato y los suculentos premios económicos que negoció con la ANFP, ahora quedó clarito. Habemus Sampaoli para la Copa América 2015, Copa del Centenario 2016, Clasificatorias Rusia 2018 y el Mundial, si se logra clasificar.

No es ningún misterio que el ex D.T. de la “U”, quiere ir más allá del horizonte sudamericano y está en su legítimo derecho como profesional. Sin embargo, era ilógico e incierto proseguir con el entrenador hasta dos meses antes del próximo proceso eliminatorio. En ese contexto, era imperioso amarrar un contrato por los siguientes cuatro años. Es cierto, nadie es insustituible pero claramente si el argentino se iba, se volvía a truncar otro proceso.

Acuérdese que tras la partida de Marcelo Bielsa, el pase insulso y el juego lateral reaparecieron como por arte de magia. A los entrenadores nacionales pareciera no interesarles asimilar  los métodos del actual equipo técnico de la selección nacional y también de otros anteriores. Curiosamente, en Juan Pinto Durán sólo se registra la visita del uruguayo Martín Lasarte.

Lamentablemente, este proceso se ha ido enrareciendo con las polémicas salidas de Marcos González y de Gustavo Canales de la nómina final mundialista. Posteriormente con la renuncia vía twitter de Jorge Valdivia, los rumores de indisciplina en la cita planetaria misma y también con la inminente automarginación de Esteban Paredes. La entrevista que dio el casildense a la mencionada cadena internacional de televisión y la reunión tipo cónclave que tuvo con algunos escogidos periodistas chilenos tampoco ha ayudado a desenredar la madeja de suposiciones y especulaciones que se han suscitado por estos días.

En lo próximo hay que volver a concentrarse en la pelotita, porque los desafíos que tiene Chile son bien grandes y la ilusión de ganar algo importante también lo es. No obstante, antes de iniciar el camino a Rusia hay que hacerle frente a la Copa América que se organiza en casa y hay que ganarla. Pareciera que no hay otra consigna, es ahora o nunca.

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