lunes, 20 de enero de 2014

No todos los días somos campeones del mundo



No todos los días podemos decir que los deportistas chilenos son los mejores del mundo. Es así como en 2013 nadie fue mejor en el planeta que Daniela Callejas en muay thai, Felipe Miranda en esquí náutico, Cristián Valenzuela en atletismo paralímpico, Pangal Andrade en rafting y Carolina Rodríguez en boxeo.

Asimismo, este fin de semana Ignacio “Perro” Casale se adjudicó el Dakar en la categoría quads y la “Crespa” retuvo el título mundial en la categoría gallo de la WIBA en Constitución. Lamentablemente, el combate de la puentealtina no le interesó a la televisión abierta y el país entero se quedó sin la posibilidad de apreciar un gran espectáculo deportivo. Esto también les sucedió a las “marcianitas” del hockeypatín cuando se consagraron monarcas mundiales en 2006.

No obstante, en regiones el público está ávido de este tipo de eventos y la parcialidad se hizo sentir en la cálida noche maulina. A estas alturas, el Gimnasio Enrique Donn Müller de Constitución se ha convertido en el recinto inexpugnable de la pugilista chilena. Recuerde usted que en agosto pasado, en ese mismo reducto la criolla consiguió el título del mundo frente a la venezolana Ana María Lozano.

Este sábado, la “Crespa” salió decididamente a buscar la pelea, con un boxeo agresivo, técnico y veloz. Podríamos convenir en que una izquierda furibunda conectada en el rostro de Da Silva en el primer asalto, marcó el trámite de la refriega. A partir de ese episodio, la púgil verdeamarelha tomó algunas providencias para evitar cualquier tipo de bochornos.

En los siguientes rounds, Rodríguez volvió a desplegar lo mejor de su repertorio y no le dio concesiones de ningún tipo a su oponente. Su impronta se fue agigantando en cada asalto y a mitad de la pelea ya no había dudas de que la nacional se alzaría con la victoria. El rendimiento de la puentealtina es superlativo y sus exhibiciones pugilísticas se están repitiendo continuamente en cada confronte. El triunfo de la “Crespa” fue legitimo e inapelable ante quizás una de las mejores rivales que ha enfrentado a lo largo de su carrera, sin embargo en la hora de los abrazos no hay que olvidar que se trata de una deportista que ha salido adelante únicamente con el apoyo y con los recursos propios de su entrenador. Esperemos que sus triunfos venideros no sigan pasando inadvertidos para la televisión abierta, para los empresarios y para las autoridades. No todos los días somos campeones del mundo.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario