jueves, 22 de septiembre de 2022

Nicolás Massú, gladiador olímpico y leyenda eterna

Si se habla de chilenidad y héroes nacionales, necesariamente hay que hablar de Nicolás Massú.

Chile le debe una estatua a Nicolás Massú, porque nadie siente tanto la camiseta como él y eso se lo trasunta a sus pupilos del equipo de Copa Davis. ¿O tú crees que otro técnico iba a sacar a Chile de la cuarta división del tenis y lo iba a colocar en el Grupo Mundial?

El Nico Massú vive el partido de pie y celebra cada punto como si fuera él, el que estuviera jugando. Asimismo, se abalanzó a Garín cuando este ganó el punto decisivo de la serie ante Austria y hoy a Jarry, cuando cerró la serie ante Perú.

Nicolás Massú es un patriota de verdad, que por el amor inconmensurable a su bandera, es capaz de darlo todo y mucho más. Lamentablemente, en nuestro país no valoramos, cuidamos y queremos a nuestros ídolos y ni siquiera les brindamos un aplauso. Cuando Massú ganó doble medalla olímpica de oro en Atenas 2004, le prometieron que la calle en Viña del Mar, donde se ubica el departamento donde nació, iba a llevar su nombre. ¿Qué pasó? ¿No merece una estatua como las que tienen Guillermo Vilas y Gabriela Sabatini en Argentina? ¿A nadie se le ocurre? ¿Qué pasó con la placa en homenaje a las medallas olímpicas en una plaza de la comuna de Santiago Centro? Un tontito del Comité Olímpico de Chile, me dijo hace un tiempo: ¡Ya estás pidiendo estatuas, José!

Amigas y amigos, ser chileno no es saberse el himno nacional, tomar terremoto, comer empanadas y escuchar cueca única y exclusivamente los dieciocho de septiembre o perseguir intereses propios en nombre de la patria a través de la política.

Roger Federer anunció su retiro y lo ganó todo, pero no consiguió doble medalla olímpica de oro. El suizo reconoce que le hubiese gustado conseguir el logro que hace imposible superar a Nicolás Massú.

El 27 de agosto de 2013, Nicolás Massú anunció su retiro del tenis profesional. Carrera de dieciséis años donde consiguió dos medallas olímpicas de oro, seis títulos en el circuito y además alcanzó el número 9 del ranking de la ATP. En rueda de prensa en un hotel del sector oriente de la capital, el nacido en Viña del Mar, decidió colgar la raqueta a los treinta y tres años, en ese momento en el puesto 587 de la clasificación mundial.

Entre lágrimas, el 'Nico' declaró lo siguiente: "He tomado la decisión de poner fin a mi carrera profesional. Para mí no es fácil dejar estos veinte años de carrera, donde he tenido más éxitos que fracasos".

Por lo mismo, está bien que el Club de Tenis Unión de Viña del Mar se llame Nicolás Massú Fried, pero es muy poco para el deportista que nos dio el máximo logro del deporte chileno en toda su historia.

Siempre nos quedamos cortos, siempre andamos mirando la chaucha para el peso y como que no nos atrevemos a homenajear como corresponde a un/a deportista chileno/a.

Mira las estatuas de Maradona de más de cinco metros de altura y los más de trescientos murales que hay en su honor en Argentina. Ellos no escatiman en esfuerzos para retribuirles el cariño a sus glorias deportivas.

No te vayas y no te mueras nunca Nico Massú. Quédate como capitán vitalicio del equipo chileno de Copa Davis y que nadie se atreva a sacarte de ahí.

Nicolás Massú les dijo a los chilenos un 18 de septiembre de 2009, que nada era imposible: ni una hueá. Gracias por tanto Nico Massú y perdona por tan poco. No sabemos lo que somos ni lo que tenemos...

Nicolás Massú y Fernando González, merecen un estadio de tenis propio de más de cinco mil o diez mil espectadores y unos monumentos de más de cinco metros de altura. Sus logros olímpicos serán muy difíciles de superar no solamente en Chile sino mundialmente. Federer, Nadal y Djokovic, desean el doble oro olímpico de Massú, pero en cada juego se les ha hecho muy difícil de conseguir por la alta competitividad. Asimismo, ¿Cuántos tienen las tres medallas olímpicas de Fernando González: oro, plata y bronce? ¿No te parece extraordinario?

Los chilenos son héroes del deporte y merecen mucho más que un trofeo de plástico trasparente, mucho más que esos tibios aplausos de Viña o del inocuo y desabrido grito del hincha "Grande, Feña" o "Grande, Nico".

Ojalá que las nuevas autoridades, entiendan que entrar a la política es para servir a la patria y no para servirse a sí mismas.

Acuérdese nueva ministra que el deporte es cultura, educación y salud y nuestro pueblo está atravesando por una severa crisis espiritual, social y sanitaria.

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