lunes, 23 de noviembre de 2015

Canelo logro victoria ante Cotto y pone sus ojos en GGG.


Por Jaime Estrada vidaboxeo@cox.net
Fotos Jorge Najera

Ante 11, 274 almas en el Mandalay Bay se llevó a cabo la clásica batalla (México vs Puerto rico) con el cetro mediano de por medio, con Miguel Cotto quien apostaba que su jerarquía en el negocio de las trompadas pagadas le pondría en el timón del control de las acciones y los cornetazos futboleros se dejaban escuchar con el grito de Cotto tomando fuerza cuando en los asaltos iniciales trataba de marcar las reglas de la tarima brava pero Canelo con un corte sistemático tiraba machetazos a la sin susto  haciendo que el boricua la pensara dos veces si tenía intenciones de armar la bronca en la zona angosta y en vez de toque de queda aptó por un va-y-ven  aunque sin dejar de atacar a dos manos al ver la oportunidad pero ausente de su efectivo gancho de zurda porque el tapatío seguía sin tomar prisioneros ya que en cada intento se notaba sus ganas de llegar hasta el tétano y agregó al ganar su segundo título del mundo:
“No sólo fue una gran experiencia sino que quise dejé en claro que puedo enfrentarme a los mejores del momento y bajar del ring con el brazo en alto”.
Los momios variables durante la semana quedaron a favor de Canelo -300 y el que la pelea se iría a la distancia cerró con -170, la proporción para muchos debió haber estado más pareja porque Cotto aparte de ser el campeón se suponía que tenía el colmillo más afilado y con una esquina que lo que no se saben se las ingenian (Fredie Roach) y el boricua si dio bastante guerra tratando de cobrar cada guantada que recibía pero en contundencia no se comparó para nada con la pegada de Canelo quien a sus 25 abriles si se vio mucho desarrollo de aprendizaje boxístico y lo afirmaría en la conferencia de prensa:
“Me sentí muy superior en la pegada, me sentí con mucha presión de ganar, me sentí muy bien”.
Los jueces que no fueron consistentes en los asaltos se inclinaron con su tinta a favor de Álvarez con puntuaciones de 117 -111,  118-110  y 119-109. Tal numeración causó algunos abucheos por público que vio una batuta más balanceada. La mayoría de medios tenían 116 -113 a favor de
Canelo quien con una felicidad que no le cabía en el pecho dijo en pos conferencia:
“Aquí empieza la nueva era de Canelo y como respeto a mis oponentes no podía hablar del futuro y ahora si estoy listo para el que sigue en la lista”.
(Y toda apunta hacia Gennady Golovkin quien se hizo a un lado para que esta pelea se consumara pero con la promesa del Consejo Mundial de Boxeo que él sería el siguiente rival del ganador, que fue Canelo).
En los asaltos cruciales se pensó que Canelo desmoronaría la muralla de Cotto que aguantó guantadas de todo calibre y a lo mejor se preocupó más porque no le fueran a dar cloroformo que por atacar con saña para asegurar votos a su causa.
Cotto a quien le andan pisando los talones los 36 años de edad  escuchaba por boca de su entrenador que iba arriba en las tarjetas oficiales y al llevarse un chasco no se presentó en la conferencia de prensa y Roach confirmó que en efecto estaba muy desilusionado de la decisión que calificó de injusta porque pensó que merecía mejor suerte a pesar de que en golpes conectados fue 26 golpes más a favor de Canelo quien finalizó la tanda de preguntas al compartir como se sentía físicamente después del zafarrancho:
“Ahorita mismo me podría poner otro par de guantes y fácil me aviento otros 12 rounds”.

Fue una gran noche para Canelo que coincidentemente celebró su gran victoria un día después de la fecha del 20 de noviembre el Día de La Revolución Mexicana.

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