jueves, 13 de agosto de 2015

Mañana será tarde



La búsqueda de nuevos horizontes laborales es la aspiración legítima de un trabajador de aquí y también de la quebrada del ají. En ese contexto, los flirteos de Jorge Sampaoli con otras selecciones y otros clubes no deberían ser una sorpresa para las huestes criollas. El estratego casildense es impulsivo y permanece en constante estado de evolución y también de subversión, y por eso no espera que las cosas pasen sino que hace que las cosas pasen. Algo así como, si la montaña no viene a mí, yo voy a la montaña.
El “zurdo” anhela dirigir en Europa y vaya que lo ha vociferado por las más diversas cadenas televisivas y radiales del extranjero. ¿Pero qué pasa si Jorge Sampaoli se va?  La vida sigue igual como dice la canción, aunque el futbolista chileno resiente el cambio de mano técnica, si no pregúntele a Claudio Borghi, quien con sus regalones del Colo-Colo 2006 pensaba que la clasificación al Mundial de Brasil iba a ser un trámite.
El contrato del ex D.T. de la Universidad de Chile dice que clarito que se hará cargo del equipo de todos en las Clasificatorias a Rusia 2018, en la Copa América del Centenario y en las copas Artemio Franchi y Confederaciones. No obstante, los rumores lo relacionan con la selección de México y con el Olympique de Marsella, donde ocuparía la banca -o el cooler- que dejó vacante nuestro conocidísimo Marcelo Bielsa. Lo cierto es que quien se lo quiera llevar, tendrá que desembolsar la no despreciable suma de 15 millones de dólares que estipula la cláusula de salida de la ANFP.
Nada dura para siempre, y era iluso pensar que Marcelo Bielsa se iba a quedar eternamente por estos lares. Y lo mismo Jorge Sampaoli. Más allá de si el trasandino tiene o no ética para negociar, si es un mercenario o un traidor o lo que se quiera decir; lo importante es cómo se asimilaron y se sacaron lecciones de los procesos que concluyeron con la clasificación a dos mundiales consecutivos y a la obtención del primer título oficial para nuestro fútbol. Acuérdese de que los apuntes y los informes del rosarino terminaron en la ribera del río Maipo y seguramente los del casildense aún no tienen un lugar destinado en la biblioteca de la sede de Quilín.
El tema no es si se va Zutanito, Fulanito o Menganito, sino como continuamos la obra de cada uno de ellos. ¿Hay intención de que las categorías juveniles jueguen como la selección adulta? ¿Hay charlas periódicas o filmaciones del staff técnico que se puedan exhibir en clubes, asociaciones, institutos del deporte y otros a lo largo del tiempo?
Con o sin Jorge Sampaoli, ahora es el momento de que el balompié chileno se saque los harapos y se ponga el frac para ingresar a la elite del fútbol mundial. Mañana será muy tarde.

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