miércoles, 24 de junio de 2015

¡Sí, se puede!



“El miedo tocó la puerta, la fe la abrió y vio que no había nadie”. Una frase célebre del Premio Nobel de la Paz Martin Luther King, que esta noche podría ser la consigna perfecta de la “Roja” para el confronte ante los uruguayos por los cuartos de final de la Copa América 2015.
Usted me dirá que al frente estará el combinado que ha ganado dos mundiales, dos oros olímpicos y el más ganador de la Copa América. También me dirá que los charrúas dejaron afuera a los anfitriones del torneo en cuatro ocasiones. La última precisamente en Argentina 2011, donde se impusieron por penales a los locales por 5 a 4 en los cuartos de final.
Un interesante palmarés que la prensa criolla exacerba con alegorías y fastuosidades, pero que finalmente son cifras que no se visten de corto y que tampoco entran a la cancha.
La historia a veces pesa, pero en esta competencia todavía no he visto a ningún “cuco”. Permítame decirle que no me tiritan las piernas con Argentina, Colombia y menos con Brasil. ¡Sí! A Uruguay hay que tenerle respeto, pero no estamos hablando de una de sus grandes plantillas. La cosa hubiese sido muy diferente con Luisito Suárez u otros próceres de antaño en la cancha.
Quiero creer que Chile superó su fobia a  los colores de algunas camisetas y que hoy no será sorprendido por el más que anunciado ataque aéreo de los yoruguas. Asimismo, que Jorge Sampaoli ponga el refrigerador en la cocina y la cama en el dormitorio y que ni se le ocurran esos inventos raros con los que se ha complicado solito la vida.
Más allá de las virtudes del contrincante y de la supremacía en los enfrentamientos entre sí, prefiero ver el vaso medio lleno y acordarme del último triunfo -por este mismo torneo- de 1983 con los goles de Rodolfo Dubó y de Juan Carlos Letelier.  También del “gol imposible” de Jorge Aravena por las eliminatorias a México ’86, del centro de Víctor Hugo Castañeda y el posterior testazo de Marcelo Salas rumbo a Francia ’98 y de las estocadas de Esteban Paredes y de Eduardo Vargas en las clasificatorias a Brasil 2014.
Para situaciones como estas, los expertos en psicología nos dicen que tenemos que anhelar el objetivo con todas nuestras fuerzas, reconocer además que tenemos con qué hacerlo y decir que lo vamos a lograr. La “Roja” quiere conseguir algo grande en la Copa América, tiene con qué hacerlo y ahora más que nunca: ¡Sí, se puede!


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