lunes, 17 de junio de 2013

Vuelve para ir al Mundial


Chile consiguió canasta completa en esta doble fecha clasificatoria. Algo que no ocurría desde hace un año, cuando se le ganó por la quinta y sexta fecha a bolivianos y venezolanos en sus propios domicilios.

Acuérdese de que después del triunfo a la vinotinto, la “roja” nunca más volvió a abrazarse con Claudio Borghi en la banca. Consecutivas caídas ante Colombia, Ecuador y Argentina sentenciaron la continuidad del ex D.T. de Colo-Colo.

Con casi un pie y medio afuera del Mundial, un  3 de diciembre de 2012 Jorge Luis Sampaoli tomaba el desafío y también el fierro caliente de dirigir a la atribulada selección chilena. Convengamos en que el casildense pavimentó su camino a Juan Pinto Durán, con la campaña histórica que consagró a la Universidad de Chile como tricampeón chileno y como campeón de la Copa Sudamericana 2011.

De esa mítica alineación, hoy son números puestos en la “roja” Marcos González,  José “Pepe” Rojas, Eugenio Mena, Marcelo Díaz y Eduardo Vargas. Súmele a esa pléyade azul, el aporte de los ex colocolinos Claudio Bravo, Gonzalo Jara, Arturo Vidal, Matías Fernández, Esteban Paredes y Alexis Sánchez. 

Las selecciones mundialistas criollas, siempre se cimentaron en los grandes equipos locales. El ballet azul para el Mundial del ’62, Colo - Colo ’73 para la cita de Alemania ’74, la “U” ’96 para Francia ‘98  y  Colo-Colo 2006 para la justa de Sudáfrica 2010.

Todas estas oncenas fueron lideradas por caudillos de la talla de Leonel Sánchez, Eladio Rojas, Elías Figueroa, Alberto Quintano, Marcelo Salas, Iván Zamorano y Claudio Bravo entre otros.  Asimismo, Arturo Vidal está llamado a guiar los rumbos de Chile de cara al Mundial. El volante de la Juventus dio en el Defensores del Chaco una de las  mejores exhibiciones futbolísticas de un criollo en pastos forasteros. Y en Santiago ante los bolivianos, el oriundo de San Joaquín se ungió entre las mejores figuras del cotejo.

El  retorno de David Pizarro es un acierto de la gestión de Jorge Sampaoli. ¿Qué duda cabe? El porteño esquivó a la selección durante ocho años. Sin embargo el estratego trasandino lo convenció con su dogma futbolístico y con su estricto régimen disciplinario.  
El hijo pródigo vuelve a casa, con la humildad de siempre y con la calidad intacta. El fantasista, no vuelve para ser niñera de jóvenes de 19 años, tampoco vuelve para patear un letrero e irse para siempre. Esta vez vuelve para ir al Mundial…

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