martes, 5 de febrero de 2013

Con las uñas carcomidas y los nervios de punta



Una clasificación chilena a un Mundial no se concibe sin las uñas carcomidas y los nervios de punta. El rasguñado cuarto lugar en el Sudamericano Juvenil pareciera apenas un premio de consuelo para un combinado que exhibió el fútbol más alegre y subversivo del torneo.

Es que tras la intempestiva salida de Fernando Carvallo de la banca nacional, un novel Mario Salas se atrevía a tomar el fierro caliente y aceptaba el desafío que la ANFP le trazaba: conseguir pasajes para la cita planetaria de Turquía.

Es así como el ex  DT de Barnechea modificó a contrarreloj algunos paradigmas futbolísticos y les trasuntó a sus pupilos un espíritu combativo que se inspira en sus ideales revolucionarios. Los rasgos endémicos de inconducta quizás son el punto más negro de este proceso.

Dígame si los discípulos de Salas, no se tomaron a pecho la misiva del “Che” Guevara en la primera fase del torneo: ¡Hasta la victoria, siempre! Primeros del grupo, invictos y serios candidatos al título. Con tantas loas y aplausos ni nos acordamos que el traje de favoritos nunca nos había quedado a la medida.

La Roja arribó al hexagonal final, bien aspectada y en similitud de condiciones que sus contrincantes. No obstante, se clasificó pidiendo la hora y con angustia. ¿En qué momento el futbolista chileno se desvanece mentalmente y se despista de su curva de rendimiento? Si nos sacan a Brasil y a Argentina de carrera ¿Cuáles son las excusas para no ser campeón?

Algunos conceptos de psicología deportiva dicen que lo imposible no existe y que solo cuesta un poco más de trabajo. ¿Falta trabajo en el aspecto psicológico? ¿Por qué seguimos dando ventajas en este ítem, si conocemos nuestras debilidades en la alta competencia?

Ojalá que esta fructífera hornada de futbolistas no se conforme solamente con ir al Mundial, o con ir a La Moneda o con ser jurado en el Festival de Viña.  Los Melo, los Huerta, los Lichnosvky, los Cuevas y los Rabello tienen embelesado al orbe futbolístico, pero primero deben adquirir mayor regularidad en sus escuadras para no quedar en el camino como tantas promesas de antaño. Chile vuelve una justa mundialista después de 6 años, con las uñas carcomidas y con los nervios de punta…

 

 

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