No era un duelo para medir fuerzas o
para sacar grandes conclusiones. Más bien era un partido “cacho” -como diría el
arquero Johnny Herrera-, por el impresentable equipo que trajo Burkina Faso a
Chile. Tampoco se trataba de un partido fácil, porque la rusticidad de un rival
siempre es un problema. Acá Juan Antonio Pizzi fue más papista que el Papa,
porque arriesgó lesiones gratuitas al alinear a sus estelares. Edson Puch,
Charles Aránguiz y Marcelo Díaz, fueron las principales víctimas del vehemente juego
del conjunto africano.
Las caras nuevas aprovecharon la
instancia para mostrarse, con dispar suerte y dentro del parámetro de exigencia
del encuentro. Guillermo Maripán tuvo una faena tranquila, debido al escuálido
poder ofensivo de Burkina Faso. Angelo Sagal buscó
el gol incansablemente: en algunos intentos falló en la definición y en otros
contó con la inspirada jornada del arquero Sawadogo. El tercer gol, coronaría todo su esfuerzo. Martín
Rodríguez tuvo un gran despliegue por el sector izquierdo y se dio maña
para asistir a Arturo Vidal en la apertura de la cuenta. César Pinares ejecutó dos disparos de peligro y habilitó
a Vidal en la segunda diana. El colocolino Gabriel Suazo demostró su ímpetu, y
el azul Yerko Leiva no gravitó en los minutos que jugó. Pero la noche tuvo un “Rey”,
y ese fue Arturo Vidal, quien llevó la batuta y se comió la cancha. No hay otro
con sus características, y ya se le puede poner a la altura de Don Elías
Figueroa. Gracias a las dos conquistas ante la débil escuadra africana, el
volante llegó a los 22 goles en 88 partidos por la Selección y quedó como
séptimo goleador histórico, igualando el registro de Jorge Aravena y superando
por uno a Humberto “Chupete” Suazo.
Charles Aránguiz
jugó sólo el primer tiempo, pero su cometido tuvo la precisión de un reloj.
Mauricio Isla, muy trajinador, pero fallando a ratos en la última puntada; y
Jean Beausejour, un permanente factor ofensivo que casi anota en el primer
tiempo, pero bajo dentro de su propio rendimiento. Edson Puch se mostró
incisivo jugando por el costado derecho del ataque, pese a que en México lo
hace por la zona izquierda. No estuvo certero a la hora de definir y fue reemplazado
por Leonardo Valencia a los 67’. El próximo confronte será con Rusia, el
anfitrión de la Copa Confederaciones, que viene de golear a Hungría por 3 a 0.
Juan Antonio Pizzi tiene prácticamente definido el equipo titular para la
competencia, pero todavía le da vueltas algunas vueltas al rendimiento de
Eduardo Vargas y al tercer hombre de ofensiva. Los amistosos deberían definir
si la opción es: Pedro Pablo Hernández, José Pedro Fuenzalida, Felipe
Gutiérrez, Edson Puch, Leonardo Valencia o Martín Rodríguez. Falta poco para el
inicio de la Copa, pero Pizzi todavía tiene tiempo para encontrar la fórmula.
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