Horacio de la Peña y otros especialistas analizan el irregular momento de Nicolás Jarry en el inicio de esta temporada, pero este es un deporte en el que se compite diaria y semanalmente y no cada un mes o cada cuatro años.
Por ejemplo, el torneo ATP de Argentina tuvo puntos altos y bajos para
el Nico Jarry. Más altos que bajos diría yo, aunque vimos a dos Nicos Jarry: el
que enfrentó a Wawrinka y Alcaráz y el que enfrentó a Etcheverry y Díaz.
Frente a los europeos fue una máquina perfecta de tiros y frente a los
locales fue un jugador errático, irregular y desconcentrado. La lesión y el
posterior retiro de Etcheverry disimuló el primer bajón, pero la final siempre
estuvo cuesta arriba y nunca pudo dominarla.
Su staff
tiene evaluar las causas de su último bajón que comprende los ATP de Brasil y
Chile e Indian Wells. Los chaqueteros de siempre le dicen
pecho frió, porque lamentablemente las redes sociales son un circo romano,
donde todos se permiten opinar, pero muy pocos argumentan desde una base
sólida, como comprender qué le pasa a un deportista. Somos resultadistas y no
nos interesa entender los procesos.
Sigo en cancha a Jarry desde 2014 y me llama poderosamente la atención
que no consiga la categoría de ídolo o héroe en Chile, sacando las series de
Copa Davis adelante y aún ganándole al 50, 30, 10 o 2 del mundo.
Jarry ha tomado buenas decisiones y desde hace un tiempo, su tenis se
solidificó con un regular juego de fondo y un primer saque de gran efectividad,
que prácticamente lo hace ganar partidos. Quizás deba a reconectarse con ese
juego y retomar su línea ascendente.
Jarry tuvo una temporada 2023 superlativa
y es evidente que en algún momento viene un bajón, tanto físico como mental.
Además, él es padre de dos bebés y en esa condición, convivir con su profesión
se le hace mucho más difícil.
Los padres de hoy no somos como los de
antes que observaban algunas fases del crecimiento de sus hijos, los padres de
hoy somos multifacéticos y estamos involucrados en la crianza al 1000% y 24/7.
También este es un momento especial en la vida del Nico Jarry, donde sus hijos
seguramente están primero que el entrenamiento y el tenis también es un deporte
de momentos.
Estoy seguro de que el tenista nacional,
prontamente recuperará su gran rendimiento.
Arriba, muchacho, todavía queda toda la temporada por delante, aunque
muchos chaqueteros te quieran mandar para la casa antes de que terminen los
torneos y la temporada. Sigue así, Nico y no te desvíes del camino, porque has
sufrido, has llorado, has perseverado, has tapado bocas y también has vencido. No se aflijan
opinólogos queridos, porque el tenis también es como la vida.
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