El personaje Humbertito, que caracterizaba el actor
Cristián García Huidobro en los ochenta, tenía una frase típica: “No entiendo”.
¿Se acuerda? Bueno, me pasa lo mismo con
el proceso del entrenador Reinaldo Rueda, a quien no comprendo porque tras un
año en el cargo su argumento es contradictorio, su carácter es débil y sus
lineamientos futbolísticos aún no se aprecian.
En mayo de 2018 dijo que Gonzalo Jara estaba en un
rango de edad que lo marginaba del proceso a Qatar 2022 y en esta nómina lo
cita con el discurso de que necesita a todos los históricos. Gary Medel se
había posicionado muy bien de zaguero central en las anteriores clasificatorias
y en las Copas América 2015 y 2016, pero el DT lo devolvió al mediocampo como
en la época de Claudio Borghi. Pasó casi un año y ante Costa Rica en noviembre
pasado, el colombiano lo retrasó nuevamente al bloque defensivo. La reflexión
del “Pitbull” fue decidora y contundente: “Me gusta jugar de central y creo que
el entrenador lo entendió”. ¿Tuvo sentido entonces haber apostado por Enzo Roco
y Guillermo Maripán como dupla de centrales durante casi todo 2018?
Marcelo Díaz tiene embelesado al medio argentino,
uno de los más exigentes y futbolizados del mundo, pero el seleccionador de
Chile lo descarta porque está mirando otras alternativas en esa posición. ¿Pero
realmente existe hoy en día algún volante que tenga la madurez, la sapiencia
futbolística y la precisión del “Care Pato”? Ojalá que la decisión de su
marginación no tenga que ver con las influencias de los líderes del camarín.
Sería triste.
El primer año de Rueda al mando de la Roja estuvo
marcado por la búsqueda del recambio. Guillermo Maripán, Enzo Roco, Ángelo
Sagal, Junior Fernandes, Nicolás Castillo, Diego Valdés, Brayan Cortés y
Gabriel Arias fueron los que tuvieron más presencias. Sin embargo, ¿cuáles de
estos nombres serán titulares en el debut de la Copa América ante Japón, el
próximo 17 de junio? Me parece que ninguno de ellos es número puesto para el
torneo de Brasil, ni para las Clasificatorias.
Los detractores de Marcelo Bielsa le achacan que no
ganó nada con Chile y puede ser cierto desde una mirada parcial, pero el DT
argentino vino a trabajar y sus milloncitos se los ganó merecidamente.
El “Loco” gritó, retó, felicitó y amó a sus
jugadores. Acuérdese de las célebres reprimendas a Matías Fernández, Arturo
Vidal y Marco Estrada. El símbolo de Newell’s no cesó en la búsqueda del
esquema perfecto y para ello trabajó con sparrings
y tuvo una selección B que una vez la hizo jugar el mismo día que la A, para lo
cual viajó como si nada desde Chillán a Concepción para sentarse en la banca en
los confrontes ante Irlanda del Norte e Israel.
Rueda tiene harta exigencia este año, porque está
dirigiendo al bicampeón de América y hay mucho que defender. Y para ello,
primero, tiene que encontrar urgentemente la oncena estelar, pues hasta ahora sólo
hay dudas. Los amistosos ante México y Estados Unidos podrían servir para
aclarar el panorama o para oscurecerlo. Le dejo la palabra, Don Reinaldo.
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