En
el Torneo de Clausura 2005, la alineación de Colo-Colo lucía algunos nombres no
tan estelares (Germán Real, Juan Manuel Lucero y Jorge Serna), otros de gran
experiencia (Miguel Ramírez, Moisés Villarroel y Héctor Tapia) y otros de gran
proyección: (Claudio Bravo, Jorge Valdivia y
Matías
Fernández).
A
este último, lo vi ese año en cancha -ya había debutado en 2003- y en pocos
minutos me pude dar cuenta de que estaba en presencia de una de las irrupciones
futbolísticas criollas más interesantes del último tiempo. Y así lo confirmó el
mediocampista, porque al año siguiente se consagró como "El Mejor de
América" en el equipo de Claudio Borghi que alcanzó el subcampeonato de la
Copa Sudamericana. ¿Se acuerda de qué los comentaristas argentinos estaban locos
con sus regates y anotaciones de tiro libre?
Arribó
como una estrella al Villarreal de Manuel Pellegrini, pero la nostalgia lo
consumió en Europa. Tuvo mayor
regularidad en el Sporting de Lisboa y
en la Fiorentina pero nunca fue lo mismo. Un paso fugaz por el Milán y
su destacado actual presente en el Necaxa de México completan una carrera de
sube y baja.
Su
idilio con la “Roja” comenzó cuando los entrenadores César Vaccia y José
Sulantay lo convocaron a las selecciones menores Sub 17 y Sub 20. Participó en torneos sudamericanos y en el
Mundial de Holanda 2005, donde destacaron Gonzalo Jara y José Pedro Fuenzalida
entre otros.
Marcelo
Bielsa que es un viejo zorro del futbol, se dio cuenta de que el tímido
muchacho necesitaba de un entorno que lo protegiera para alcanzar su máximo
potencial. Por lo mismo, lo hizo uno de sus preferidos. A tal punto de celebrar
con euforia su tanto ante Colombia en Santiago por las Clasificatorias a
Sudáfrica 2010. Así también lo regañó en alguna ocasión: ¡Qué pasa ahora Matías!,
¡Siempre pasa algo!
El
penal ante los argentinos en la final de la Copa América, debe ser uno de los
mejores ejecutados de la historia, pero cuesta encontrar el gran partido de
Matías por la Selección Chilena, donde se haya echado el equipo al hombro, algo
que continuamente le critican los argentinos a Lionel Messi. Jugar en el
mediocampo supone un carácter fuerte y hay que sobrevivir en ese sector de la
cancha.
El
ex seleccionador Claudio Borghi dijo en una entrevista (LUN 16/10/17) que hubo
cambios en Matías Fernández cuando ingresó a la religión y cuando se tomó la
carrera desde otra perspectiva, quizás una menos competitiva: "Es obvio
que en un momento como que Mati dijo 'hasta aquí nomás llego y no quiero
escalar más'. No sé. Puede ser algo religioso. Desde que se convirtió (en
evangélico) como que decidió quedarse en lo que había logrado nomás",
sentenció el Bichi.
El
6 de septiembre de 2016, Chile empató 0-0 ante Bolivia en el Estadio Monumental dejando escapar puntos de oro para ir al Mundial de
Rusia. Matías ingresó en el minuto 53 por Rodrigo Millar. Sólo estuvo 11
minutos en cancha ya que se resintió de su lesión en la rodilla, saliendo a los
64 minutos por Felipe Gutiérrez. Fernández no volvió a ser convocado, y el técnico
Juan Antonio Pizzi prefirió llamar a Gutiérrez para la Copa Confederaciones
2017 y los próximos duelos
clasificatorios.
Pasó
un largo tiempo para que volviera el hijo pródigo de la Roja, el cabro regalón
y humilde que extrañaba por las noches a su mamá en una pensión de la comuna Macul.
Un regreso que ojalá no sea solamente para los aplausos.
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