En la semana leía cómo algunos medios
escritos nacionales le hicieron queques y tortas a la Selección de Uruguay. En dichas
columnas se hablaba de un terrible monstruo de dos cabezas que no solamente era
capaz de asustar, sino de ultimar. Tales descripciones eran desoladoras, por lo
que era mejor esconderse o ni siquiera aparecerse este martes por el Nacional. Los
redactores ensalzaban a un equipo que había marcado en todos los partidos, el de
la defensa más efectiva y un portero que había entregado el arco en cero en
seis de once encuentros. Asimismo, machacaban la falta de finiquito de la
oncena criolla, con tres de los últimos cuatro partidos sin visitar las redes
contrarias.
La dupla goleadora celeste compuesta por
Edinson Cavani y Luis Suárez, aterrizaba
con su dinamita en el feudo del bicampeón de América, ahí donde un día pasaron sin pena ni gloria los Maradona,
Romario, Ronaldo, Rivaldo, Ronaldinho,
Messi y hasta Zidane.
En la cancha, el
maestro Óscar Washington Tabárez le ganó la pulseada táctica a Juan Antonio Pizzi
en el primer tiempo, con la presión de sus delanteros y el festival de imprecisiones
de la retaguardia nacional. Así llegaría el gol de Edinson Cavani a los 16
minutos y también el silencio en el Julio Martínez Pradanos. No había por dónde,
hasta que Jean Beausejour sacó un centro que conectó de cabeza Eduardo Vargas a
los cuarenta y siete minutos del primer tiempo. Un gol que descolocó a Uruguay
y que reordenó el naipe de cara a la segunda fracción.
La segunda manga
arrancó con un Alexis Sánchez inspirado
y decidido a no dejar pasar la oportunidad de graduarse definitivamente de
crack con la camiseta roja. El tocopillano comenzó a ganar terreno en una posición
más retrasada, para luego posicionarse en todo el frente del ataque einscribirse con dos tantos que lo instalaron
en la segunda posición de los goleadores históricos con 36 dianas a uno del
histórico “Matador” Salas.
Los resultados
son los que mandan y en ese contexto la evaluación de “Macanudo” podría ser
positiva tras la consecución de la Copa América Centenario y el equipo posicionado
en zona de clasificación directa. No obstante, el juego de la Selección este
año tuvo bastantes lagunas que redundaron hasta ayer en la falta de gol. Hay
trabajo por delante, pero también hay tiempo de aquí a marzo para planificar y
corregir ante Argentina y Venezuela. El partido de anoche no era cualquier
partido, era uno de esos exámenes que cuando se aprueban, es como casi medio
boleto a un Mundial.
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