Cuenta la historia que hasta hace muy poco,
cuando nos tocaba con Brasil en alguna llave o sorteo, nos tomábamos la cabeza
con las dos manos y maldecíamos nuestra suerte a más no poder. Hasta que llegó el
día en que las camisetas de los más disimiles tintes, ya no volvieron a atemorizarnos
y, por el contrario, a nuestros contrincantes les comenzó a dar urticaria cuando
nos cruzábamos por sus caminos. Si no me cree, pregúntele a Vicente del Bosque en
el Mundial pasado y ahora a Dunga, que puso la media carita con el debut por
Clasificatorias frente al Campeón de América de visita y más encima sin Neymar.
Se acabó eso de que ojalá nos toque el sorteo
menos difícil, puesto que a las potencias les perdimos el miedo enfrentándolas
y, en algunos casos, ganándoles. Es casi para no creer, pero en poco más de un
año, la “Roja” derrotó a los campeones del mundo y de América en ejercicio, a
la Argentina de Messi y también tuvo en las cuerdas a Alemania y Brasil.
La frase es más vieja que el hilo negro,
pero para llegar al Mundial hay que ganarles a todos, y podríamos decir que Chile
enfrenta estas Clasificatorias en su mejor momento. También es el equipo a ganar, y su actual rango inevitablemente lo
instalará como uno de los favoritos en las próximas competiciones regionales. Estas
son las vicisitudes propias de aquellos equipos que tocan el cielo y a los que,
por razones obvias, siempre se les exige un poco más. Un nuevo paradigma
para un combinado que nunca había conseguido nada y por ende al que tampoco se
le exigía nada.
El nuevo fixture no presenta cambios tan
sustanciales, más allá de abrir y cerrar con el mismo rival. En las primeras cuatro
fechas se mantiene el nivel de los rivales. Por ejemplo, nos cambiaron a Brasil
por Argentina; en la segunda repetimos con Perú; en la tercera el rival será
Colombia en vez de Uruguay; en la cuarta el confronte será contra charrúas y
anteriormente fue con Paraguay. El calendario se avizora bastante abordable a
partir de la fecha catorce, porque se recibe a Paraguay y a Venezuela de local,
luego se visita a Bolivia; en la penúltima fecha se recibe a Ecuador; y se
cierra con los pentacampeones del mundo, ojalá ya clasificados. En la práctica
son conjeturas, pero el orden de los factores no debería alterar el producto.
Al fin y al cabo estamos hablando de uno de los más
selectos y competentes grupos de futbolistas chilenos de todos los tiempos, y
al frente -con el respeto que merecen Perú, Bolivia, Venezuela, Paraguay,
Ecuador y Colombia- no están las mejores generaciones de jugadores uruguayos,
argentinos y brasileños. Chile buscará su tercer Mundial consecutivo, esta vez
como Campeón de América. Cambia, todo cambia.