El
5 de febrero de 2016, Juan Antonio Pizzi tomó el fierro caliente que le entregó
la ANFP y en algo más de un mes le tuvo que hacer frente a los partidos ante
Argentina y Venezuela por las Clasificatorias al Mundial de Rusia 2018. Allí
salvó ileso con una derrota como local ante los albicelestes y un triunfo de
visita ante la vinotinto. En mayo de ese año el combinado criollo, enfrentó a
Jamaica en Viña del Mar, en un partido preparatorio para la Copa América
Centenario, donde la "Roja" cayó sorpresivamente por 2 a 1. Luego
vino otro amistoso en Estados Unidos frente a México y también se cayó por un
resultado de 1 a 0.
En
la cita de Norteamérica las cosas no mejoraron, y en el debut hubo derrota ante
Argentina por 2 a 1. Los partidos siguientes de la primera fase fueron triunfos
ante Bolivia y Panamá, pero sin exhibir un juego sólido y con rendimientos
individuales extremadamente bajos. En la siguiente ronda algo pasó, porque los
jugadores criollos salieron con otra actitud a la cancha y vapulearon a México
por 7 a 0. Se dice que los nacionales acá desobedecieron las órdenes
tácticas del estratego rosarino y jugaron por su cuenta y a la usanza del
esquema del anterior adiestrador. En semifinales se les ganó con superioridad a
los colombianos y a los argentinos se les volvió a hacer la gracia desde los
lanzamientos penales para alzar el título. De vuelta en las Clasificatorias, un
ascensor con la derrota frente a Paraguay en Asunción, empate con Bolivia en
Santiago, derrota con Ecuador en Quito, triunfo sobre Perú en Santiago, empate
en Barranquilla con Colombia, derrota ante Argentina en Buenos Aires, triunfo sobre
Uruguay en Santiago, y esta pasada y estrepitosa doble fecha con dos derrotas
en línea frente a Paraguay y Bolivia. En la Copa Confederacione,s un meritorio
vicecampeonato, con tan sólo un triunfo en toda la campaña y sin anotar en
semifinales ante Portugal y Alemania en la final. Premonitorio y
preocupante.
Pizzi,
en un año y medio en el cargo, ha pasado de una buena a una mala, como los
alumnos que llegan a puros cuatros a final de año y en los exámenes finales rematan
con un dos. El coach argentino está
reprobando, porque soltó el timón en la recta final y donde no había que
hacerlo.
Muchos
lo quisieran en las redes sociales, pero este no es el ocaso de la generación
dorada, porque no se les puede haber olvidado ganar y meter goles en tan poco
tiempo. Pero si no se es capaz de ganarles en las dos ruedas a Bolivia y Paraguay, en el papel rivales
inferiores, difícilmente se podrá aspirar a algo grande en una cita
mundialista. Estos muchachos, nuevamente enfrentados al destino, a ese al que ya
le doblaron la mano afuera de la cancha. El escritor uruguayo Mario Benedetti
dice en su poema “No te rindas” que siempre hay que desplegar las alas, empezar
de cero e intentar de nuevo. Chile deja atrás este mal momento y ante Ecuador y
Brasil empieza de nuevo.