Este jueves 9 de febrero se cumplen setenta
y siete años de aquella pelea mítica de la que siempre nos hablaron nuestros
padres y abuelos. Ese combate que enfrentó al pescador oriundo de Caleta Buena,
Arturo Godoy y al temible “Bombardero de
Detroit”, Joe Louis.
El púgil criollo llegó hasta esas
alturas, tras ubicarse entre los diez mejores boxeadores del mundo a finales de
los años treinta, luego de ganar consecutivamente a Otis Thomas, Art Sykes,
Tony “El Cervecero” Galento (por puntos) y al empatar con Maurice Strickland.
Su palmarés antes de la refriega era de 49 peleas ganadas, 29 por K.O., 6
perdidas y 6 empatadas. Nunca había sido noqueado y su carrera la había realizado
en Cuba y posteriormente por más de una década en los Estados Unidos.
No obstante, el manejador del
“Bombardero de Detroit”, Julian Blenck, y el entrenador, Jack Blackburn,
coincidían en que Godoy era un buen boxeador, pero que no representaba un gran
peligro para Louis.
Los más de quince mil espectadores del Madison
Square Garden, confiaban en una pelea de trámite corto y los especialistas anticipaban
que el nortino no resistiría más allá del quinto round. Esto era un hecho.
Sin embargo, el mocetón chileno
sorprendió de entrada con un suéter blanco y un coqueto pantalón púrpura con la
inicial de su apellido. Godoy de gran personalidad, se plantó con una
estrategia defensiva y cada uno de los embates de Louis los contrarrestaba con
una posición semi-agachada. Esto complicó y a ratos desesperó al campeón de los
pesos completos a lo largo de los quince asaltos.
La molestia de Louis era evidente tras
el epilogo de la pelea y declaraba lo siguiente: “Él me complicó, porque estuvo agachado todo el tiempo. Fue como pelear
contra alguien que está en el suelo”. Louis ganó por los puntos, pero pidió
revancha inmediatamente, la cual se llevaría a cabo el 6 de junio del mismo
año, en el Yankee Stadium. Esta vez el chileno no pudo contra la serie de
golpes propinados por Louis y en el octavo round se decretó el inapelable
triunfo para el local.
Godoy quedó en la historia, esa que lo
llevó a filmar la película “Campeón en apuros” y que también vio otra revancha
con Louis, en nuestro legendario Estadio Nacional el 19 de febrero de 1947. El
boxeador nacional falleció un 27 de Agosto de 1986, pero el grito de aliento -de
su amigo periodista Gabriel Meredith- de esa memorable noche sigue más vivo que
nunca: “Agáchate, Godoy”.