La búsqueda de nuevos horizontes laborales es la aspiración legítima de
un trabajador de aquí y también de la quebrada del ají. En ese contexto, los
flirteos de Jorge Sampaoli con otras selecciones y otros clubes no deberían ser
una sorpresa para las huestes criollas. El estratego casildense es impulsivo y permanece
en constante estado de evolución y también de subversión, y por eso no espera
que las cosas pasen sino que hace que las cosas pasen. Algo así como, si la
montaña no viene a mí, yo voy a la montaña.
El “zurdo” anhela dirigir en Europa y vaya que lo ha vociferado por las
más diversas cadenas televisivas y radiales del extranjero. ¿Pero qué pasa si
Jorge Sampaoli se va? La vida sigue
igual como dice la canción, aunque el futbolista chileno resiente el cambio de
mano técnica, si no pregúntele a Claudio Borghi, quien con sus regalones del
Colo-Colo 2006 pensaba que la clasificación al Mundial de Brasil iba a ser un
trámite.
El contrato del ex D.T. de la Universidad de Chile dice que clarito que se
hará cargo del equipo de todos en las Clasificatorias a Rusia 2018, en la Copa
América del Centenario y en las copas Artemio Franchi y Confederaciones. No
obstante, los rumores lo relacionan con la selección de México y con el Olympique
de Marsella, donde ocuparía la banca -o el cooler- que dejó vacante nuestro
conocidísimo Marcelo Bielsa. Lo cierto es que quien se lo quiera llevar, tendrá
que desembolsar la no despreciable suma de 15 millones de dólares que estipula
la cláusula de salida de la ANFP.
Nada dura para siempre, y era iluso pensar que Marcelo Bielsa se iba a
quedar eternamente por estos lares. Y lo mismo Jorge Sampaoli. Más allá de si
el trasandino tiene o no ética para negociar, si es un mercenario o un traidor
o lo que se quiera decir; lo importante es cómo se asimilaron y se sacaron
lecciones de los procesos que concluyeron con la clasificación a dos mundiales
consecutivos y a la obtención del primer título oficial para nuestro fútbol.
Acuérdese de que los apuntes y los informes del rosarino terminaron en la ribera
del río Maipo y seguramente los del casildense aún no tienen un lugar destinado
en la biblioteca de la sede de Quilín.
El tema no es si se va Zutanito, Fulanito o Menganito, sino como
continuamos la obra de cada uno de ellos. ¿Hay intención de que las categorías
juveniles jueguen como la selección adulta? ¿Hay charlas periódicas o
filmaciones del staff técnico que se puedan exhibir en clubes, asociaciones,
institutos del deporte y otros a lo largo del tiempo?
Con o sin Jorge Sampaoli, ahora es el momento de que el balompié chileno
se saque los harapos y se ponga el frac para ingresar a la elite del fútbol
mundial. Mañana será muy tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario