Para qué estamos con cosas, si tenemos un pie y medio en
el Mundial. Bueno, siempre y cuando abrochemos la clasificación ante un Ecuador
que no sabe de triunfos en nuestros pastos. En Barranquilla estuvimos a un tris
de conseguir los boletos a Brasil, pero algunos yerros propios y un árbitro que
apuró la clasificación de Colombia lo impidieron.
No había por dónde. Antes de la media hora de juego, Chile
le daba una paliza a los cafetaleros (3-0) y nada hacía presagiar un desenlace con
angustia y polémica. Convengamos en que la expulsión de Carlos Carmona a los
66’ se convirtió en la clave del encuentro y lo que permitió la remontada de la
selección local.
A la hora de los cambios, Jorge Sampaoli tampoco acertó y
el juego de los suyos no mejoró con los ingresos de José Rojas por Mauricio
Isla y de Jean Beausejour por Jorge
Valdivia. Chile se quedó sin ideas, sin fútbol y prácticamente a la espera de
la reacción de los dirigidos de Pekerman. El primer
descuento colombiano llegó a los 69' en los pies de Teófilo Gutiérrez, tras un
mal despeje de la retaguardia chilena. A los 75’ y a los 83’, Radamel Falcao
García cambió por gol los discutibles cobros del árbitro brasileño Paulo César
de Oliveira en el área chilena. ¿Cuál fue más penal: el primero o el segundo? Para
uno u otro lado, esto es sin llorar y el árbitro siempre tiene la última
palabra y muy de vez en cuando la razón.
Chile se trajo un punto desde la tierra de los cafetales, que hasta antes del partido parecía un buen negocio pero que finalmente no lo fue. ¡La clasificación a menos de media hora! Sí, pero nada ha sido fácil en la vida del D.T. y esta no iba a ser la excepción. El casildense ve en toda adversidad una oportunidad.
Es por eso que su
exitoso proceso debe llegar a puerto esta noche en el Estadio Nacional. El estratego trasandino condujo con mano firme el timón y
demostró su capacidad superlativa al mando del equipo de todos. Asimismo, erradicó –nuevamente– nuestro fútbol cansino y
los brotes de inconducta de la selección.
Hoy estamos de fiesta y nos ponemos el frac. Los invitados llegarán poco a
poco y los fuegos de artificios aguardarán con ansias su libertad. La torta estará
servida y esperará por su guinda. Hoy tenemos una cita con la historia, con esa
que tantas veces nos esquiva. Hoy es el día en que un puñado de futbolistas
chilenos se pueden inscribir como los primeros en clasificar en cancha a dos
mundiales consecutivos. Hoy tenemos una cita con la historia y no podemos
faltar.
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