No todos los
días podemos decir que los deportistas chilenos son los mejores del mundo. Es
así como en 2013 nadie fue mejor en el planeta que Daniela Callejas en muay thai,
Felipe Miranda en esquí náutico, Cristián Valenzuela en atletismo paralímpico,
Pangal Andrade en rafting y Carolina Rodríguez en boxeo.
Asimismo, este fin de semana Ignacio “Perro” Casale se
adjudicó el Dakar en la categoría quads y la “Crespa” retuvo el título mundial en
la categoría gallo de la WIBA en Constitución. Lamentablemente, el combate de
la puentealtina no le interesó a la televisión abierta y el país entero se
quedó sin la posibilidad de apreciar un gran espectáculo deportivo. Esto también
les sucedió
a las “marcianitas” del hockeypatín cuando se consagraron monarcas mundiales en
2006.
No obstante, en regiones el
público está ávido de este tipo de eventos y la parcialidad se hizo sentir en
la cálida noche maulina. A estas alturas, el Gimnasio Enrique Donn Müller de
Constitución se ha convertido en el recinto inexpugnable de la pugilista
chilena. Recuerde usted que en agosto pasado, en ese mismo reducto la criolla consiguió
el título del mundo frente a la venezolana Ana María Lozano.
Este sábado, la “Crespa” salió
decididamente a buscar la pelea, con un boxeo agresivo, técnico y veloz. Podríamos
convenir en que una izquierda furibunda conectada en el rostro de Da Silva en
el primer asalto, marcó el trámite de la refriega. A partir de ese episodio, la
púgil verdeamarelha tomó algunas providencias
para evitar cualquier tipo de bochornos.
En los siguientes rounds,
Rodríguez volvió a desplegar lo mejor de su repertorio y no le dio concesiones
de ningún tipo a su oponente. Su impronta se fue agigantando en cada asalto y a
mitad de la pelea ya no había dudas de que la nacional se alzaría con la
victoria. El rendimiento de la puentealtina es superlativo y sus exhibiciones
pugilísticas se están repitiendo continuamente en cada confronte. El triunfo de
la “Crespa” fue legitimo e inapelable ante quizás una de las mejores rivales
que ha enfrentado a lo largo de su carrera, sin embargo en la hora de los abrazos no hay que olvidar que se trata de una
deportista que ha salido adelante únicamente con el apoyo y con los recursos propios
de su entrenador. Esperemos que sus triunfos venideros no sigan pasando
inadvertidos para la televisión abierta, para los empresarios y para las
autoridades. No todos los días somos campeones del mundo.