La “Roja” se
encaramó en la cima del continente y quiere puro repetirse el plato en una cita
planetaria. Acuérdese de que esa gracia
la hicimos únicamente el ’62, cuando fuimos locales y el ’66 cuando se clasificó -por vez primera-
con sistema de eliminatorias.
¡Con cuatro
cupos y medio y sin Brasil en el camino! ¿Cómo no vamos a ir al Mundial?
Las metas son
posibles de alcanzar cuando hay con qué y Chile hoy cuenta con una de sus hornadas
más estelares. Es tal la bonanza del balompié criollo, que se prescinde de jugadores
que caen parados en cualquier oncena: Mauricio Pinilla, Fabián Orellana, Carlos
Villanueva, Luis Jiménez, Felipe Seymour, David Pizarro, Marco Estrada, Gustavo
Canales, Esteban Paredes y Jhonny Herrera.
Pero fíjese que siempre
le buscamos la quinta pata al gato: que el Mundial del ’62 fue el peor de la
historia, que la Sudamericana es más “penca” que la Libertadores, que la Chile 2012 le gana al Colo ’91 y ahora que el “Bichi” tiene
mejores números que el “Loco”. Pucha qué
bueno que Borghi supere a Bielsa y que mañana Sampaoli o Pellegrini también
mejoren lo que hizo el actual coach. ¿No
le parece?
En esta inédita
coyuntura, la “U” campeona sudamericana le ha dado una manito a la selección. Asimismo, el ballet tiñó de azul a nuestra escuadra en la justa de 1962 y Colo-Colo
’73 fue la base para el Mundial de Alemania 1974.
La pléyade
universitaria cayó del cielo tras la marginación de Gonzalo Jara, Jean
Beausejour, Carlos Carmona y Jorge Valdivia. Es que el periplo por Bolivia y
Venezuela fue tan halagüeño que ya nadie echa de menos a los dicharacheros
cracks.
Súmele a ello la
resurrección de Matigol, el bombástico retorno de Arturo Vidal, los goles de
Charles Aránguiz y el cerrojo que Claudio Bravo le puso a su puerta.
Pese a que
algunos insisten en celebrar antes, a Chile le estarían faltando 12 puntos para
clasificar a Brasil 2014. Con seis partidos restantes por jugar de local
(Colombia, Argentina, Uruguay, Bolivia, Venezuela y Ecuador), pareciera que ya
podemos tomarle el gustito a la caipirinha
y ver a las garotas un poquito más de
cerca.